
16/08/2025
“Aprendí el amor… con una cuchara. 🥄❤️”
Corría 1989 y los juguetes… bueno, no es que fueran escasos, es que simplemente no estaban en mi vida.
Sabía que existían, pero no para mí.
Mi madre decidió entonces poner en marcha el gran aprendizaje: fabricarme una muñeca de trapo.
Tenía cara, cabeza y cuerpo… o algo parecido.
La forma de bebé estaba ahí, pero te prometo que, con solo mirarle la cara, me entraba un rechazo enorme😄
Así que le pedí a mi madre que me enseñara a cocinar.
Era la única manera que conocía de jugar de verdad.
Convertí todo en un juego:
Limpiar, cuidar la granja, ordenar, hacer comida… cualquier tarea se volvía parte de mi mundo imaginario.
Y descubrí algo: en ese juego, el afecto era algo que me ganaba.
La cuchara se volvió mi varita mágica: si trabajaba bien, la tenía.
Si no… no era merecedora de ella.
Con el tiempo entendí que no era un simple juego.
Era mi primer aprendizaje sobre el amor y el merecimiento: el afecto que creía que tenía que ganarme… cuando en realidad debería haber estado ahí siempre.
Porque a veces, las cucharas no solo sirven para cocinar… también para medir cuánto creemos que valemos. 🥄
💬 Cuando piensas en tu niñez, ¿Qué era tu “cuchara”?