08/06/2025
Interacciones farmacológicas Cómo, cuándo, por qué ?
Se produce una interacción cuando el efecto de un medicamento se ve alterado por otro fármaco, por un alimento o bebida, o por un compuesto tóxico del medio ambiente.
Generalmente, la interacción produce una disminución de la eficacia del medicamento o un aumento de la toxicidad, pero hay casos concretos en que las interacciones son de utilidad con fines terapéuticos.
Aproximadamente en el 15-20% de los tratamientos existen interacciones. En ocasiones, la interacción solo se detecta cuando se deja de administrar al paciente uno de los fármacos.
Existen algunos factores que pueden intervenir en la aparición de interacciones:
1) Condiciones fisiológicas del paciente: edad, peso, ritmo circadiano o genética (es el caso de los “acetiladores lentos” que metabolizan más lentamente ciertos fármacos que sufren procesos de acetilación).
2) Condiciones patológicas del paciente: enfermedades concomitantes, especialmente las que atañen al hígado o al riñón (insuficiencia hepática o renal)
3) Pacientes “polimedicados”.
4) Automedicación.
5) El incumplimiento terapéutico.
6) Consumo de tabaco, alcohol o dr**as de abuso.
7) Uso ambulatorio; en el hospital, el paciente está más controlado.
En cualquier caso, cualquier paciente es susceptible de sufrir interacciones en su tratamiento si no hay un riguroso control médico y farmacéutico. Esto es especialmente relevante en el caso de los nuevos medicamentos que, aunque su eficacia y seguridad está confirmada, no es hasta el momento de la práctica clínica cuando se detectan muchas de sus posibles interacciones, que pueden incluso ocasionar la retirada del mercado del medicamento.
Existen 2 grandes niveles de interacción:
* Farmacocinéticamente: a nivel de la absorción y/o ruta metabólica del fármaco.
* Farmacodinámicamente: a nivel del efecto del mismo; con frecuencia del “Receptor”.