13/09/2016
Encarnación Resano Falcón 1873 / 1936
Encarnación tenía 63 años cuando la asesinaron en Falces
Una señora religiosa, humana, trabajadora y alegre.
Había parido 6 hijos
Encarnación llevaba una vida tranquila, su posición económica no era precaria como la de otras familias. Se dedicaba a lavar y planchar por las casas, quedándole al ser viuda una pequeña pensión, sus hijos también habían trabajado, hasta que se fueron del pueblo.
En el tiempo en que sus vecinas tenían que marchar al campo para ayudar a sus maridos, Encarnación voluntariamente guardaba a los niños de sus vecinas, para que estas pudieran marchar tranquilas a ayudar a sus maridos.
Ella ya entonces creó en su propia casa una Guardería de niños, por así decirlo. Pero no solamente esto, ella además de cuidarles y ponerles limpios cuando era preciso, les daba de merendar de lo que ella tenía.
Esta era Encarnación, trabajadora cien por cien y amante de sus vecinos.
Era la primera quincena de agosto, en estas fechas sobre el día 8 de agosto era costumbre hacer un novenario de rosarios por las calles del pueblo en honor a Santo Domingo de Guzmán. Encarnación aquél día, como otros tantos días salió a tomar la fresca,
Ella no se dio cuenta para nada que venía el rosario, se había quedado muy sorda. Dos señoras que la vieron la denunciaron a dos falangistas que iban en la procesión y estos la cogieron y la llevaron a la cárcel del pueblo.
Aquellas dos señoras años más tarde se quedaron las dos mudas. “Personalmente les conocí” nos dice Josefina Campos, que es quien nos cuenta esta historia.
Así pues Encarnación fue llevada a la cárcel de Peralta y estuvo desde el día 8 de agosto hasta el día 25 de octubre por la noche en la que se la llevaron a Falces en un camión juntamente con 6 compañeros más vecinos de Peralta. Fue el último grupo de vecinos de Peralta que fue asesinado.
A Encarnación le dieron un tiro en sus partes íntimas de mujer y allí le dejaron desangrándose toda la noche. A la mañana siguiente un pastor, que todavía vivía cuando sacamos sus restos en el 78 nos informó: Iba yo con el rebaño y las ovejas comenzaron a dispersarse por un lado y otro sin obedecer. Nos comentaba el pastor que en cuanto las ovejas olfateaban sangre cerca, el rebaño se dispersaba.
Encarnación había perdido mucha sangre, cierto, ¿pero no podía haber intentado que un médico la reconociese y le curase?, ¿mandarla a Pamplona al Hospital, algo?, pero no, mejor fue asesinarla.
Estábamos sacando los restos de León Asín Osés, y dos tumbas más a nuestra derecha estaban sacando también restos, de pronto un joven sacó la cabeza de Encarnación pero sin saber que era ella y nos gritó: “Otro” En esta tumba ya se había sacado a otro enterrado boca abajo.
Esta es la historia de una mujer, encarnación Resano Falcón, la cual fue asesinada brutalmente. Una mujer que fue acusada de haber dado la espalda a la Hora Santa en escarnio hacía las imágenes. Y debo aclarar.
Este informe está extraído del que hizo la compañera Josefina Campos después de haber indagado en su día para conocer bien como era y que hicieran con Encarnación Resano Falcón.