18/11/2025
Muchas veces escuchamos que “la serotonina está en el cerebro”, pero en realidad, casi toda se produce en el intestino.
Y aunque esa serotonina no viaja directamente al cerebro, sí tiene un papel fundamental en cómo nos sentimos, pensamos y reaccionamos emocionalmente.
🔹 El intestino y el cerebro están conectados por el nervio vago, una especie de autopista de doble sentido que permite que lo que ocurre en uno afecte al otro.
Cuando el intestino está inflamado, sometido a estrés o con una microbiota alterada, envía señales que pueden influir en el estado de ánimo y la ansiedad.
🔹 Además, el intestino absorbe triptófano, un aminoácido esencial presente en alimentos como el plátano, la avena, los huevos o las legumbres.
Este triptófano sí puede atravesar la barrera hematoencefálica y transformarse allí en serotonina, favoreciendo una mejor regulación emocional.
🔹 Por último, las bacterias intestinales (microbiota) también participan en la producción de sustancias que afectan al sistema nervioso, ayudando a regular la respuesta al estrés y la sensación de bienestar.
Cuidar tu sistema digestivo (alimentación equilibrada, descanso, movimiento y manejo del estrés) también es una forma de cuidar tu salud mental. 🌿