Me llamo Patricia. Ahora vivo entre Tarragona y el mundo. Desde hace seis años me dedico a la fisioterapia y al pilates, al cuidado del cuerpo. En especial, empoderando a la mujer embarazada para el parto natural.
Hace un año, decidí darle al pause, dejé todo y me fui de viaje sola durante 3 meses por el Sudeste Asiático, aunque ese viaje empezó mucho antes, todo el proceso de autoconocimiento me lleva a vivir la vida que realmente quiero para mí, más presente, más consciente, más real.
Anteriormente, practicaba Yoga pero cuando empecé a formarme para ser profesora, me cambió la visión que tenía acerca de la práctica, obteniendo un mayor control y conocimiento de mi cuerpo y mi mente y una verdadera conexión y liberación emocional.
Uno de los objetivos de este proyecto es, además de llegar a romper nuestras propias cadenas, acercar una práctica al alcance de todos, porque cierto es que, sin práctica, no hay aprendizaje. A través de, y no solo de esto, la observación de cuerpo y mente.
Mediante la atención de mí mismo en el momento presente. Cada uno a su ritmo y en su momento, pero siempre en la misma dirección, hacia dentro.
Como muchos sabréis, detrás de todo un proceso de crecimiento hay o debe haber mucha investigación, mucha indagación de uno mismo, para poco a poco, ir pelando las capas de cebolla y llegar al corazón. Porque cuanto más me conozco más libre soy, de mí mismo.
En esa indagación e investigación es donde, la práctica y más recursos, nos ayudarán a encontrar el camino de vuelta a casa. Y en esa vuelta, es donde entra Holístic yoga.
Holístic Yoga nace del querer compartir este proceso con vosotros y trata de unir a través del Yoga, todo lo que tengo en mi mente y en mis manos para poder acompañaros en el vuestro, sea cual sea, e inspiraros a volar.
Algunos me conocéis de hace mucho, otros no tanto, pero la mayoría sabéis que para llegar a esta reinvención de mi misma y de poder realizar algo que me apasiona, sin tener la necesidad de estar en un lugar fijo, he tenido que pasar, y seguiré pasando, por un sendero, a veces, no demasiado fácil, pero, no puedo más que dar las gracias, porque sin todas esas experiencias, hoy por hoy, no estaría caminando en dirección de algo que se ha convertido en uno de mis (muchos) sueños, y los sueños, hay que seguirlos, aunque te pases toda una vida tras ellos, porque llegues o no llegues a alcanzarlos, harás lo más importante, disfrutar del proceso de perseguirlos.