24/10/2025
¿La conocías? ¿Has sentido también que por más que hagas o logres o te esfuerces… nunca es suficiente?
Que todo se vacía rápido.
Que la alegría dura poco.
Que vuelves al mismo lugar… ese en el que algo falta.
Que nada llena...
Nada reconforta totalmente…
Y no es por falta de esfuerzo.
Ni de logros.
Ni de voluntad.
Ni de todo lo que aparentemente tenemos.
🍃 Es que dentro es como si tuviéramos un cubo lleno de agujeros.
Un cubo que intenta sostener nuestra autoestima…
pero que pierde por dentro lo que recoge de fuera.
Elogios, cuerpos que cumplen expectativas, dietas seguidas al milímetro…
Pero nada llena del todo.
Ni la comida, por mucha que comamos. Es como un pozo sin fondo.
Porque el vacío no es de nada de eso…
Es de sentido.
Es de vínculo.
Ese hambre voraz y profundo de ser vistas.
De ser reconocidas.
De ser validadas.
Y a veces… buscamos esas caricias en forma de éxito y validación externa…
en lo que comemos, en cómo nos vemos, en lo que logramos.
Pero eso no cierra las grietas.
Solo las tapa… un instante.
Pero no.
Las caricias que el cuerpo recibe por cumplir un molde…
no sanan las que faltaron en la infancia.
Ni tapan las que duelen en el presente.
Por eso en terapia no solo hablamos de lo que comes, no basta con ver “qué comes”.
Hablamos de lo que esperas sentir y recibir:
Reconocimiento.
Valor.
Amor.
Y de cómo empezar a cerrar esos agujeros desde dentro.
con compasión, presencia, cuidado.
Con caricias emocionales genuinas, reales, incondicionales. Que son las que siempre necesitaste, y anhelaste.
Con presencia, no con exigencia.
Con una mirada que no juzga, sino que repara.
🌱 Porque no es “tu cubo” el problema.
Esas grietas no las hiciste tú.
Pero hoy puedes empezar a repararlas.
Y aprender a sostenerte… desde lo que sí te nutre.
Desde ti, contigo y con vínculos seguros y reparadores.
Deseo que te haya sido útil tanto si es la primera vez que me lees, como si ya la viste en su momento pero te ha ayudado recordarla.
Te abrazo🫂❤️🩹