
29/07/2025
Raíces profundas, con solera, capaces de sostener a un árbol robusto, frondoso, que acoge, da cobijo y es refugio.
Así funciona el proceso terapéutico basado en la sanación del trauma complejo. Ese que se adquiere en el tiempo y se vive en soledad. Y que se sana en la unión con alguien más, libre de juicio alguno, con calma, sin arrojos a precipicios de ninguna clase, sin empujones fuera de tiempo, sin intentos de rescatar a la persona porque ella tiene los recursos para poderse rescatar a sí misma.
Acompañando al ritmo que necesite para su encuentro con su propio poder, su propia fuerza interior y sus recursos y habilidades dormidas.
Estar.
Ser.
Conectar.
Respetar.
Permitir la transformación mientras se es testigo de ella.
Ser presencia para que el otro pueda echar sus propias raíces y crecer desde lo sólido.