16/09/2025
¡Om Shanti!
Hoy quiero invitarlos a reflexionar sobre un tema que, aunque a menudo evitamos, es fundamental para nuestro crecimiento: el sufrimiento.
Nuestra cultura nos ha enseñado a huir del dolor, a buscar una vida libre de desafíos. Pero, ¿y si esta búsqueda de una felicidad sin fin es la verdadera fuente de nuestra insatisfacción? La milenaria ciencia del Yoga nos propone una perspectiva radicalmente distinta: el sufrimiento no es un enemigo, sino un maestro.
En el sendero de Naradeva Yoga, entendemos que el yoga se creó con un doble propósito:
1. El Yoga como Guía para Evitar el Sufrimiento Innecesario
Gran parte del dolor que experimentamos no proviene de las circunstancias externas, sino de nuestra propia mente. El yoga nos ofrece un mapa para navegar y disolver este sufrimiento autoinfligido.
- Venciendo a la Ignorancia (Avidya): El primer paso es reconocer que el sufrimiento surge de la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza. Creemos ser nuestras emociones pasajeras y nuestros pensamientos errantes. El yoga nos revela que somos mucho más: pura conciencia y paz.
- Liberándonos del Apego y la Aversión: Nos aferramos a lo que nos da placer y rechazamos lo que nos causa dolor. Esta dualidad es una fuente inagotable de angustia. A través de la meditación y las asanas, aprendemos a ser testigos de estas sensaciones sin reaccionar, a encontrar el equilibrio en la impermanencia.
- La Consciencia en el Momento Presente: La práctica constante nos enseña a vivir con plena atención, a tomar decisiones desde la consciencia y no desde el piloto automático, rompiendo así los patrones que nos anclan al dolor.
2. El Yoga como Herramienta para Vivir el Sufrimiento con Sabiduría
El sufrimiento inherente a la existencia, como la pérdida, la enfermedad o la decepción, no se puede evitar. El yoga no nos ofrece un escape, sino las herramientas para enfrentarlo con gracia y fortaleza interior.
- El Dolor como Oportunidad de Crecimiento: Cada desafío es una invitación a la introspección. Las crisis nos obligan a ir más allá de lo superficial y a cultivar cualidades esenciales como la resiliencia, la compasión y la humildad.
- Fortaleciendo el Espíritu a través de la Práctica: En el tapete de yoga, cuando sostenemos una postura difícil, aprendemos a respirar a través de la incomodidad. Esta práctica física se convierte en un entrenamiento mental y emocional para enfrentar el dolor de la vida cotidiana.
- La Aceptación Radical: La meditación nos lleva a un lugar de quietud donde podemos aceptar la realidad tal como es, sin resistencia. Al dejar de luchar contra lo que es, el sufrimiento pierde su poder sobre nosotros y se transforma en un camino hacia la paz.
El yoga no es un refugio del sufrimiento, sino un faro que nos guía a través de sus aguas turbulentas. Nos enseña que dentro de nosotros reside una paz inquebrantable, una calma que el mundo exterior no puede tocar.
¡Namaste!
Que la paz y la sabiduría guíen tu camino.
Daksha Lopez
🙏🌹🙏