30/11/2025
La Danza de las Historias: Sanar para No Herir
La frase "Personas sanas sanan, personas heridas hieren" nos invita a mirar más allá de la culpa y adentrarnos en la geografía de las historias de vida. Desde las prácticas narrativas, entendemos que una persona no es intrínsecamente "mala"; es una persona que está habitada por una historia de dolor. Sus acciones hirientes son, a menudo, los síntomas de una herida profunda que aún no ha encontrado espacio o el cuidado para sanar.
• La Necesidad de Distancia y el Cuidado Propio: Reconocer esto nos lleva a la importancia del cuidado radical de uno mismo. A veces, la acción más amorosa y sana es la separación. Nos separamos de ciertas relaciones, no porque condenemos a la persona, sino porque sus heridas activas están amenazando nuestra propia estabilidad. Es un acto de autoprotección que honrar la verdad: no somos responsables de sanar el dolor ajeno, solo de proteger nuestra propia narrativa y bienestar. La distancia es un espacio necesario para que tú te mantengas sano mientras el otro decide si emprende su propio camino de sanación.
• El Legado de las Heridas Parentales: Es crucial reconocer el peso de las heridas transmitidas por los padres. Ellos son, con frecuencia, los primeros y mayores portadores de daño, no por maldad intencionada, sino porque sus propias narrativas están llenas de huecos y cicatrices que nunca fueron atendidas (heridas que, a su vez, recibieron de sus propios padres). No sabían que estaban hiriendo, porque estaban operando desde sus propios guiones de supervivencia. Este reconocimiento no borra el dolor, pero lo contextualiza, permitiéndonos ver la herida como una transmisión generacional en lugar de un fallo personal.
• Sin embargo, el que hiere debe hacerse responsable de sus acciones y tiene la responsabilidad ineludible de reparar los daños causados.
Si esta reflexión te toca y te resuena, considéralo un llamado urgente. Es una invitación a detenerte y preguntarte: "¿Qué historia estoy viviendo en este momento?"
• Si eres el ser herido, es tiempo de buscar el relato que te permita reescribir tu dolor hacia la curación.
• Si eres el ser sano amenazad, es tiempo de reafirmar tu derecho a la paz y establecer los límites que protegen tu narrativa.
Sanar es un acto de resistencia y la mayor herencia que puedes dejar a las futuras generaciones es una narrativa de vida libre del dolor.
Si esta reflexión te interpela, ¡es tu momento de actuar!
📢 Rompe el Ciclo: Forja una Nueva Herencia
Tu sanación no es solo para ti; es el regalo más valioso que puedes dejar.
Sanar tu historia es sanar la historia de las futuras generaciones. Es la herencia de un nuevo legado libre de dolor.
¡Busca ayuda sin miedo! Es el acto de valentía más grande. Tu paz es la paz de quienes vienen. Reescribe el guion hoy.