07/04/2025
MI MADRE ME ABANDONÓ A LOS 10 AÑOS PARA CREAR A SU "HIJO PERFECTO", PERO MI ABUELA LE HIZO PAGAR POR ELLO
No había visto a mi madre en años, desde que ella decidió que valía la pena criar a mi hermano, pero no a mí.
Nací de una aventura, un inconveniente que ella nunca quiso. Cuando tenía 10 años, se casó con mi padrastro, dio a luz a su "hijo perfecto" y me descartó como si fuera un error del pasado. Le dijo a mi abuela que yo era una carga y, sin dudarlo, la abuela me acogió, por amor y por miedo a que, de lo contrario, terminara en el sistema.
A los 11 años, la abuela insistió en que fuéramos a una "cena familiar". Tal vez, en el fondo, esperaba que hubiera cambiado.
Al entrar, la vi adorando a mi hermano, orgullosa, como si nunca me hubiera abandonado. Apenas me miró.
"Hola, mamá", dije, forzando una sonrisa.
Ella frunció el ceño. "Oh. Estás aquí".
Se me encogió el pecho, pero saqué una tarjeta hecha a mano, horas de trabajo, cuidadosamente coloreada. "La hice para ti".
Apenas la miró antes de entregársela a mi hermano. "Toma, cariño. Algo para ti".
Me quedé helada. "Yo... lo hice para tí".
Me hizo un gesto de desdén. "Oh, ¿para qué lo necesito? Tengo todo lo que quiero".
Todo. Excepto yo.
Esa fue la última vez que lo intenté. A ella nunca le importó y pronto se mudó. Pasaron los años. Construí mi vida mientras mi abuela, la única madre real que tuve, envejecía. Hasta que un día, ella se fue.
Tenía 32 años cuando la eso pasó
Días después, alguien tocó a mi puerta.
La abrí y me quedé helada.
Era mi madre. ⬇️