22/05/2025
Haber si le cae a uno que otro
¿Que características tiene un falso aprendiz?
Se habla mucho sobre falsos maestros, pero se habla muy poco de los falsos aprendices
Todos señalan a los falsos maestros…
El ego espiritual los detecta con facilidad:
"Ése sólo quiere dinero",
"Aquél es puro ego",
"Ese otro habla de amor pero vive en la sombra".
Y tal vez tengan razón.
Pero, ¿quién señala al falso aprendiz?
¿Quién se atreve a mirarse y decir:
“Yo también he usado el camino espiritual como disfraz”?
Porque sí, tú, yo, nosotros:
hemos sido falsos aprendices muchas veces.
No buscamos aprender para transformarnos,
sino para tener argumentos con los que parecer sabios,
para sentirnos especiales entre los “no despiertos”,
para coleccionar técnicas, rituales y frases bonitas
mientras seguimos repitiendo los mismos patrones de siempre.
El falso aprendiz no cuestiona su hambre de poder disfrazada de iluminación.
No se rinde ante el proceso.
Solo se arrodilla cuando le conviene.
Quiere la sanación sin exponerse al dolor.
Quiere la sabiduría sin desmontar sus máscaras.
Quiere avanzar… pero sin moverse de donde está.
Y luego se queja de los falsos maestros,
cuando el maestro que más lo ha engañado…
ha sido él mismo.
Porque el falso aprendiz no escucha para aprender,
escucha para tener razón.
No sigue al maestro con humildad,
lo sigue para poder imitarlo, reemplazarlo, o destruirlo.
No busca la verdad,
busca una verdad que le convenga.
Así que antes de hablar del siguiente gurú charlatán,
mírate en el espejo.
Tal vez no seas un maestro…
pero sí has sido muchas veces
un aprendiz que no quiere aprender.
Tomado de la red