02/02/2025
Nos daban un aviso por medio de la televisión con una señal un poco débil, con interrupciones, los celulares habían dejado de funcionar...
Lo que nos comunicaban era que estábamos en zona de alto riesgo ya que un volcán cercano se encontraba en etapa de erupción.
La lava iba a alcanzarnos en aproximadamente 6 horas, recuerdo que todavía dejamos pasar dos horas sin hacer nada sin entender si era verdad lo que nos estaban diciendo! y cuando vimos el humo a lo lejos comprendimos que era verdad.
Había una prisión cerca de la casa o cercana a nuestra colonia y vimos que dejaban salir a los internos con una pulsera especial para poderlos distinguir entre la gente, supongo.
Yo estaba con dos de mis hijos, los demás probablemente estaban haciendo lo suyo cada quién por su lado y a los que estaban conmigo les grité que trajeran unas maletas para poder llevarnos lo que nos pudiera ser útil.
Era un hijo y una hija y ella empezó a llorar, la traté con dureza y le dije que tenía que apresurarse, empezó a acumular cosas personales y recuerdos de su padre, le dije que éso no, que lo dejara, que pusiera ropa de ella y sus documentos.
En una de las maletas pusimos comida, ví el pan de caja como se aplastaba, vi algunas legumbres y frutos secos, pusimos libros, un libro para cada uno, le pedí a mi hija que metiera uno de mis estambres con dos ganchos de tejer, mi hijo muy meticuloso estaba doblando su ropa le dije que ya la metiera como estaba.
No nos podíamos llevar ninguna otra cosa ningún adorno, ningún recuerdo, de vez en cuando veíamos por la ventana hacia la calle y el río de gente pasaba corriendo con sólo una mochila en la espalda, otros con alguna maleta!
Oíamos helicópteros encima de nuestra azotea que iban y venían, de pronto todo empezó a ponerse más obscuro aún siendo de día.
A mis hijos los apuraba constantemente recordándoles que sólo pusieran las cosas más útiles.
Creo que entendieron y metieron medicina, tijeras, un cordel, costurero y sacaban los recuerdos que llevaban.
Era importante tener los documentos de cada uno a la mano pregunté quién podía hacerse cargo de eso en una cangurera o bolsa pequeña que se pudiera colgar al cuello, no recuerdo quién me dijo que lo podía hacer, y le entregamos pasaportes y documentos personales.
Entre tanto ajetreo les dije que tomaran el dinero que tuvieran, las tarjetas bancarias, en ése momento ya no servían pero el efectivo, sí.
Justamente cuando estábamos terminando de cerrar las maletas subió un oficial hasta donde estábamos y nos decía que teníamos que dejar una de las maletas, la ótra se tenía que quedar, ¡no sabíamos cuál!
Le pedimos que nos diera un tiempo para poder sacar lo que hacía falta de la ótra, nos contestó apresuradamente que no, ¡que ya teníamos que salir pues la lava estaba bajando rápidamente y que no íbamos a poder conseguir lugar para salir de la zona en ningún otro lado!.
En ese momento pensamos en las mascotas le preguntamos al oficial y nos dijo, se tienen que quedar o llevárselos y los van a entregar en una jaula donde están resguardando a todos los animales, por supuesto que imaginé que iban a ser sacrificados... era una u otra forma de morir, dejarlos en la mencionada jaula, o dejarlos en la casa.
Pensé en las aves que tengo, pensé en mi gatita y decidimos dejarlos en casa...en ese momento por la angustia tan grande que sentía, desperté!
Mi corazón palpitaba a mil por hora, me dolía la cabeza de forma terrible, me di cuenta de que era una pesadilla y en ese momento comprendí que había dejado de respirar (apnea) y que mi cerebro me había mandado una pesadilla para que pudiera despertar...también ahí comprendí las veces en las que hemos sentido que no nos podemos mover y el cerebro nos envía señales para que despertemos y volvamos a respirar.
(Lo escribí a las 3:20 am.)
M.A.G.B.