14/05/2025
La triada lipídica, también llamada dislipidemia aterogénica, es un conjunto de alteraciones en los lípidos sanguíneos caracterizado por niveles elevados de triglicéridos, niveles bajos de colesterol HDL y partículas LDL pequeñas y densas. Esta combinación se asocia a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La triada lipídica aumenta el riesgo de desarrollar diversas enfermedades cardiovasculares, como:
Ateroesclerosis:
Acumulación de placa en las arterias, lo que puede estrecharlas y dificultar el flujo de sangre.
Infarto de miocardio (ataque cardíaco):
Ocurre cuando una de las arterias que suministra sangre al corazón se bloquea.
Accidente cerebrovascular (ictus):
Ocurre cuando una de las arterias que suministra sangre al cerebro se bloquea.
Enfermedad arterial periférica:
Ocurre cuando las arterias de las piernas o los brazos se bloquean, causando dolor y entumecimiento.
Algunos factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la triada lipídica son:
Obesidad:
El exceso de peso puede aumentar los niveles de triglicéridos y disminuir los niveles de HDL.
Diabetes tipo 2:
La resistencia a la insulina puede causar hipertrigliceridemia y bajos niveles de HDL.
Inactividad física:
La falta de ejercicio puede contribuir a la obesidad y a la resistencia a la insulina.
Dieta alta en grasas saturadas y trans:
Estas grasas pueden aumentar los niveles de colesterol LDL y disminuir los niveles de HDL.
Uso de tabaco:
El tabaquismo puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Para prevenir y tratar la triada lipídica, es importante:
Adoptar una dieta saludable: Rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado, y baja en grasas saturadas y trans.
Mantener un peso saludable: A través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Realizar actividad física regularmente: Al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana.
No fumar: Evitar el tabaco y, si ya se fuma, buscar ayuda para dejar de hacerlo.
Controlar la diabetes tipo 2: Si se tiene diabetes, es importante mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control.
Seguir las recomendaciones del médico: En algunos casos, puede ser necesario tomar medicamentos para reducir los niveles de triglicéridos y aumentar los niveles de HDL.