26/04/2025
Seamos empátic@s. Sé amable con el senderista lento en el camino. No son débiles. No sabes cuánto coraje reunieron sólo para estar allí.
Tal vez ese excursionista solía ser fuerte, pero una enfermedad o una tragedia lo cambió todo. Tal vez se están recuperando de algo de lo que no hablan: una lesión, un corazón roto o incluso una batalla con su propia mente. Y tal vez, caminar hasta esa montaña es su manera de sanar.
Algunas personas caminan para sentirse vivas otra vez, después de perder algo o a alguien. Otros toman los senderos porque están cansad@s del ruido del mundo y necesitan silencio para sanar. Hay quienes caminan con el corazón pesado, llevando dolor, ansiedad o años de sentirse no lo suficientemente bien, y cada paso es una rebelión silenciosa contra todo lo que intentó romperlos.
Nunca sabes realmente qué trajo a alguien a la pista. Tal vez nunca han sido atléticxs, pero están aquí de todos modos porque se prometieron a sí mismxs que harían algo valiente. Tal vez están de excursión para recordar a alguien... o olvidar a alguien. Tal vez sólo necesitaban probarse a sí mismxs que podían seguir adelante: un paso, un respiro, una escalada a la vez.
Así que si ves a alguien intentándolo, haciéndolo, lográndolo, respirando fuerte o haciendo una pausa demasiado a menudo, no juzgues. Sonríe. Ofrezcan agua. Di: "Lo estás haciendo muy bien". Porque ese tipo de amabilidad podría ser exactamente lo que necesitan para seguir avanzando, no sólo en el camino, sino en la vida.
Las montañas no son sólo para los rápidos, los en forma o los temerarios. También son para quiénes deciden conectar con la Madre Tierra y con ellxs mismxs para sanar sus corazones. Aquellos cuya fuerza no está en velocidad, sino en la voluntad.
Empieza por rutas ligeras y ve aumentando la dificultad del nivel conforme la fuerza que vayas tomando en tu mente y corazón. 💟🥾🎒⛰️🚶