18/04/2025
La verdadera Pascua: morir para renacer
En estos días santos, el mundo entero recuerda el camino de Jesús, su entrega, su pasión, su muerte y su resurrección. Se llenan las iglesias, se guarda ayuno, se honra el sacrificio... pero, ¿realmente comprendemos el mensaje más profundo que Él vino a darnos?
Jesús no vino a fundar religiones, ni a imponer rituales vacíos. Vino a mostrar el camino del amor, del servicio, de la compasión, del perdón, de la fe verdadera. Vino a recordarnos que el templo más sagrado no está afuera, sino dentro de cada uno. Que todos somos hijos de Dios, hechos a su semejanza, capaces de amar, de sanar, de transformar.
La cruz no fue un acto mágico que nos libera automáticamente de nuestras faltas. Fue un espejo. Un llamado a responsabilizarnos por nuestra vida, a dejar de cargar culpas heredadas y empezar a vivir con honestidad, amor y conciencia.
Para mí, la Pascua es una oportunidad sagrada de autoanálisis. Un momento para hacer silencio interior y observar qué emociones, pensamientos o actitudes necesitan “morir” en mí. ¿Qué me enferma? ¿Qué me aleja del amor? ¿Qué ya no quiero seguir cargando?
Morir al odio, al rencor, a la envidia, a la soberbia, a los juicios. Morir al personaje que creemos ser y abrir espacio para la resurrección. Renacer en la verdad, en la armonía, en la paz. Aumentar la alegría de vivir. Sanar desde adentro para caminar mejor con nosotros mismos y con los demás.
Ese es el milagro. Esa es la verdadera Pascua.
Autor: ĹĮŘĮŌ ðę ĆŘĮṢ̌ŌĹ