11/09/2025
¿CENTRAR LA PATOLOGÍA EN UNA SOLA PERSONA O ABORDARLA DESDE LA INTERACCIÓN?: Una perspectiva centrada en las interacciones de la familia.
Por: Laura Ferrer
Ya no sé qué hacer con él… Ella siempre está de mal humor… Tiene depresión… Siempre está con sus problemas mentales...
Son algunas de las frases que usan las familias al llegar al consultorio refiriéndose a los pacientes individualizados, ya sea hijos, pareja o a cualquier miembro de su sistema familiar, generando en la mayoría de las situaciones que el paciente se apropie de estas frases, afirmando ser así y por consiguiente siendo ellos el problema de la familia.
La psicoterapia tradicional ha enfocado la mayoría de sus esfuerzos a atender al paciente individualizado, tratando de modificar la situación y en muchas ocasiones reafirmando que el problema es el paciente, sobre todo en aquellos casos en los que el solicitante del servicio no es la persona portadora del síntoma (Fisch, Weakland y Segal 1994).
CASO EJEMPLO
�Julia (Madre de Miguel): Venimos a consulta porque mi hijo no suelta ese trapo sucio, ya no sabemos qué hacer, lo lleva consigo todo el día desde hace unos meses.
Un terapeuta tradicional se enfocaría probablemente en realizar una intervención individual para que el niño deje el trapo, utilizando técnicas enfocadas a modificar la situación en una sesión de uno a uno y así lograr el objetivo por el cual la madre solicitó el servicio, independientemente de los resultados, dejando de lado las relaciones existentes entre los miembros de la familia (Minuchin y Fishman 2004).
¿QUÉ RESULTADOS OBTENDRÍAMOS AL ATENDER ESTE CASO DESDE UN ENFOQUE CENTRADO EN LAS INTERACCIONES DE LA FAMILIA?
Terapeuta: Miguel, platícame un poco de tu trapito, ¿cómo te llevas con él?
Miguel: El trapito me quiere, me escucha y con él puedo hablar de mi abuela, mi abuela que se fue al cielo me regaló al trapito.
Terapeuta (pensando en las interacciones familiares): Miguel, veo que el trapito es importante para ti. Y ¿tu mamá te escucha y puedes hablar con ella de tu abuela?
Miguel: No, ella no habla de mi abuela, guardó todas sus cosas.
Terapeuta: Miguel, ¿el poder hablar con tu mamá de tu abuela, es algo que necesitas?
Miguel: Sí, necesito hablar de mi abuela.
Terapeuta: ¿Qué mas necesitas de tu mamá, a parte de poder hablar de tu abuela Miguel?
Miguel: Que saque los discos de mi abuela y también el violín que ella me enseñó a tocar?
Terapeuta: ¿Qué diría el trapito, si tu mamá platicara contigo de tu abuela y te acercara de nuevo esas cosas que les gustaban?
Miguel: Creo que el trapito diría que necesita vacaciones.
Terapeuta: Julia, ¿qué opinas de lo que dice Miguel, de que necesita que platiques con él de su abuela y necesita las cosas de vuelta?
Julia: Es necesario que yo platique con él de mi mamá y le acerque las cosas que quiere.
Terapeuta: En este momento desde luego no es posible que le acerques las cosas, pero sí puedes hablar con él. Hazlo ahora, quiero que platiques con Miguel acerca de su abuela…
Las intervenciones descritas logran hacer evidente para Julia, que una forma no adecuada de relacionarse con su hijo contribuye de manera directa al mantenimiento del síntoma, dejando de lado la idea de un paciente individualizado, e introducen en la familia la idea de que el problema es producto de una interacción.
EL CASO
El caso de manera general consiste en una dificultad que tiene la madre para hablar de la abuela con su hijo, la cual hacía unos meses había fallecido.
En el momento en que Julia decide hablar con Miguel acerca de este haciendo caso a los sentimientos que presentaba Miguel, la relación Madre – Hijo se vuelve más cercana facilitando a la madre cumplir con sus funciones parentales.
CONCLUSIONES
La importancia de tomar en cuenta las interacciones familiares para intervenir, nos permite tener un panorama más amplio de la situación, identificando aquellas interacciones que mantienen el síntoma (Minuchin y Fishman 2004), además de brindarles a los miembros de la familia otras posibilidades de comportamiento, haciéndoles ver que todos contribuyen en el suceso problemático.
Una descripción más amplia de este tipo de fenómenos se encuentra planteada en el tercer axioma de la comunicación humana: La Puntuación de la secuencia de los hechos que describe la interdependencia de las conductas (Watzlawick, Beavin y Jackson 1989).
El hacer notar dicha interdependencia en sesión, brinda a los miembros de la familia, sobre todo al miembro solicitante del servicio, una perspectiva distinta de la situación problemática, dejando de lado las ideas de conducta aislada y paciente individualizado, permitiendo a los miembros de la familia incluyendo al terapeuta, ponerle fin al problema y también a la afirmación de que el problema reside en una sola persona.
Fisch, R., Weakland, J. H. y Segal, L. (1994). La táctica del cambio.
Minuchin, S. y Fishman H.Ch. (2004). Técnicas de Terapia Familiar.
Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson D. Don. (1989). Teoría de la comunicación humana. España: Herder.
Edición: Mtro. Jorge Ojeda
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