
03/07/2025
1. Prioriza tus actividades diarias
Haz una lista de todas las tareas que necesitas realizar y clasifícalas según su importancia y urgencia. Pregúntate: “¿Qué es indispensable hacer hoy?” y “¿Qué puedo delegar o posponer?”.
Divide tus actividades en cuatro categorías para tomar mejores decisiones y enfocarte en lo que realmente importa: urgentes e importantes; importantes pero no urgentes; urgentes pero no importantes; y no urgentes ni importantes.
2. Usa herramientas de organización
No confíes solo en tu memoria. Emplea herramientas que te ayuden a visualizar tu tiempo:
Calendarios digitales: Como Google Calendar, que permite configurar recordatorios y compartir horarios con otros familiares.
Listas de tareas: apps como ‘Todoist’ o listas tradicionales en papel para marcar lo que vas completando.
Alarmas y temporizadores para recordar citas médicas, horarios de medicamentos o descansos para ti.
3. Crea una rutina diaria flexible
La rutina proporciona estructura, pero recuerda que debes dejar espacio para imprevistos.
Horarios regulares. Fija horarios específicos para comidas, medicación y actividades esenciales.
Bloques de tiempo. Agrupa tareas similares, como limpieza o preparación de alimentos, para optimizar tu energía.
Momentos de autocuidado. Reserva tiempo para ti, aunque sean 15 minutos al día para relajarte, leer o meditar.
4. Aprende a delegar tareas
Delegar es una manera inteligente de cuidar mejor a otras persona y a una misma. Identifica las tareas que otras personas pueden asumir:
Familiares y amigos. Habla abiertamente sobre las áreas en las que necesitan apoyarte, como hacer las compras o acompañar a tu ser querido a una cita.
Servicios externos. Explora opciones como personal de cuidado a domicilio para aliviar tu carga.
5. Anticipa y planifica imprevistos
Las emergencias son comunes en el cuidado, pero puedes estar mejor preparado:
Teniendo un kit de emergencia con medicamentos, números de contacto y documentos importantes.
Planificando alternativas para cubrirte si no puedes atender a tu ser querido un día, como contactar a otro familiar o un servicio profesional.
Revisando regularmente tu agenda para anticipar posibles cambios o conflictos de horario.
6. Practica el autocuidado activamente
Cuidar a alguien no debe significar descuidarte a ti mismo.
Cuida tu salud. Mantén una alimentación equilibrada, haz ejercicio y duerme lo suficiente.
Redes de apoyo. Únete a grupos de apoyo para cuidadores, donde puedas compartir experiencias y consejos.
Descanso consciente. Programa actividades que te permitan desconectarte y recuperar energías.
fuente:
6 consejos para organizar la agenda de una persona cuidadora. Nos los ofrece María Remiro, Psicóloga en la Asociación Parkinson Madrid