18/06/2025
Abrígales la infancia y no pasarán frío el resto de su vida; recuerda que los niños amados se convierten en adultos que saben amar ❤️
Cuando lo cargas con tus vacíos, tus dolores y tus problemas de adulto, le robas su infancia para llenar tu soledad.
Hay niños que no juegan, no exploran, no desobedecen…
Porque están ocupados sosteniendo emocionalmente a sus padres.
Hijos que se convierten en confidentes, consejeros, terapeutas de mamá o papá.
Y eso no es madurez:
Es parentalización emocional. Es abandono disfrazado de cercanía.
📚 Estos niños crecen creyendo que su valor está en cuidar, salvar o calmar al otro.
Pierden su espontaneidad, su identidad, su niñez.
🔍 Virginia Satir lo llamó: “el hijo salvador”: aquel que carga con la armonía emocional de toda la familia.
⚠️ Esto es una herida de infancia, que no se ve… pero marca todo el desarrollo emocional.
Un niño que es obligado a ser adulto antes de tiempo… queda emocionalmente atrapado en una infancia rota.
TESTIMONIO REAL
“Cuando llorabas, yo te abrazaba.
Cuando te caías, yo te limpiaba las lágrimas.
Y un día, me di cuenta…
que yo era el niño, pero estaba criando a mi madre.”
EJERCICIO PRÁCTICO
🧠 ¿Cómo saber si estás convirtiendo a tu hijo en tu pareja emocional?
1. ¿Le cuentas tus problemas como si fuera tu mejor amigo?
➤ Detente. No es su rol. Él no tiene las herramientas.
2. ¿Le pides que te consuele, que te “entienda”, que te “acompañe”?
➤ Eso es carga emocional, no vínculo saludable.
3. ¿Sientes culpa cuando él hace cosas de niño porque “tú no podías hacerlo a su edad”?
➤ Esa culpa no debe moldear su infancia. Libéralo.
Tu hijo no vino a cuidarte. Vino a ser cuidado.
CONSEJO FINAL
No le robes su niñez para resolver tu herida.
No lo conviertas en el adulto que necesitaste.
Conviértete tú en el adulto que necesita hoy.
Cuando lo conviertes en tu pareja emocional, lo llenas de un amor que no pidió y no sabe cómo manejar.
Le llamas “mi apoyo”, “mi razón de vivir”, “mi todo”…
Pero por dentro él grita:
“¡Yo solo quería jugar!”
Y un día, ese niño crecerá…
y buscará relaciones donde tenga que cuidar, salvar o sostener al otro…
porque así le enseñaste que se gana el amor.