Sanación física y espiritual

Sanación física y espiritual Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
(2)

Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas." - Proverbios 3:5-6.

29/03/2025
Que la luz del amor divino brille sobre ti, sanando todas tus heridas y llenándote de paz y fortaleza para seguir adelan...
09/09/2024

Que la luz del amor divino brille sobre ti, sanando todas tus heridas y llenándote de paz y fortaleza para seguir adelante en tu camino espiritual."

08/09/2024

☀️ #தமிழ்பரிசுத்தவேதாகமம்

Muchas veces optamos  caminos equivocados y de principio se ve satisfactorio, pero cada vez que   nos vamos sumergiendo ...
11/02/2024

Muchas veces optamos caminos equivocados y de principio se ve satisfactorio, pero cada vez que nos vamos sumergiendo las cosas de pronto empiezan a cambiar, nuestra vida se empieza a deteriorar y no solamente la nuestra sino que también de las personas que están más cerca de nosotros la "familia" esposa hijos y etc. Nuestra desición vale mucho
Nosotros como padres de familia somos el piloto del barco y la dirección que tomamos a esa dirección también llevamos nuestra familia, y muchas veces es lamentablemente porque tomamos dirección equivocada.
Estás luchando por una adicción, problema familiar o espíritual?
Ven con nosotros y forma parte de este grupo donde te compartimos palabras poderosas que te ayudarán a salir del problema o situación que estés pasando, y empezar a seguir la dirección de Dios que es la correcta
% 100 gratis llámanos 3541272731 los reyes Michoacán

Lo importante de no opinar a la ligera, ante una situación o circunstancia de otras personas, es mejor analizar todo y a...
20/01/2024

Lo importante de no opinar a la ligera, ante una situación o circunstancia de otras personas, es mejor analizar todo y así determinar.

La Violencia Familiar«La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni...
20/01/2024

La Violencia Familiar

«La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27).

Eran tres niños, hermanitos los tres, de seis, siete y ocho años de edad. Con ojos aterrorizados y temblando de miedo, no podían dejar de mirar. ¿Qué estaban mirando? Veían cómo su padre le daba una paliza brutal a su madre. La escena la describe un diario de América Latina.

El hombre enfurecido, a la vista de sus tres hijitos, golpeaba brutalmente a su esposa. ¿Cuál era la causa? Nadie sabe. Los niños sólo decían: «Papá estaba muy enojado.» Pero una palabra lo describe todo: violencia.

La violencia doméstica, aunque en la vida diaria no es nada nuevo, en las crónicas de los diarios y en los tribunales sí lo es. Es algo que ha recrudecido en las últimas décadas. Y esta crónica nos obliga a tocar dos puntos: la violencia entre padres, y su efecto en los hijos.

Algunos dicen que la violencia familiar la incita la familia misma, pero eso es ver el asunto de una manera superficial. La violencia nace en el corazón. Está adentro de uno como lo estaba en el corazón de Caín, y sólo necesita una muy pequeña provocación para estallar.

Decimos que es culpa de la mujer, o de los hijos, o del jefe o de otro, pero no lo es. Procede del corazón herido y confundido que vierte su frustración sobre los que están más cerca. Cuando el tronco está malo, todo el árbol lo está. Cuando el corazón vive en amargura, la persona en la que late reacciona con violencia.

¿Y qué de los hijos? No hay nada en todo el mundo que frustre y confunda y atemorice más al niño que ver a sus padres peleándose, especialmente cuando son encuentros violentos. Y si la criatura tiene dos, tres o cuatro años de edad, esos disgustos tienen efectos desastrosos que afectan toda su vida. Un sociólogo investigador dijo: «Cuanto más violenta es la pareja, de las que hemos entrevistado, más violentos son los hijos.» Por cierto, la violencia en los padres viene de la violencia en los progenitores de ellos.

¡Cuánto necesitamos paz y tranquilidad en nuestro corazón! ¡Cuánto necesitamos al Príncipe de paz! Y ese Príncipe de paz existe. Es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él dijo: «La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27).

Entreguémosle nuestro corazón a Cristo. Si el enojo ha sido nuestra debilidad, hagamos una sincera declaración de humilde arrepentimiento. Cristo conoce nuestra intención y Él quiere ayudarnos. Permitámosle entrar en nuestro corazón. Él nos renovará en lo más profundo de nuestro ser.

Dirección

Los Reyes De Salgado

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Sanación física y espiritual publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

Categoría