06/04/2025
💖💖✨
Carta a mi máquina de diálisis 💚💭 No sé cómo empezar esta carta… porque durante mucho tiempo, no sabía si verte como enemiga o como aliada.
Fuiste fría, ruidosa, constante. Te apareciste en mi vida cuando todo se vino abajo, cuando mis riñones dijeron “ya no puedo”, y tú dijiste: “yo te ayudo.”
Durante dos años, fuiste mi compañía obligada.
Fuiste parte de mi rutina, aunque muchas veces quise alejarme de ti.
Hubo noches en que me conectaba con resignación, con miedo, con cansancio.
A veces, llorando. A veces, simplemente sintiéndome solo.
Porque estar conectado a una máquina para seguir vivo no es fácil… duele, cansa, pesa.
Pero también reconozco algo:
Gracias a ti, estoy aquí.
Gracias a ti, mi cuerpo resistió lo suficiente hasta que llegó ese día: el del trasplante.
Gracias a ti, mis órganos no colapsaron.
Gracias a ti, mi corazón siguió latiendo con esperanza.
Te escribo porque, aunque no fue fácil, te agradezco.
Te agradezco cada noche que filtraste lo que mis riñones ya no podían.
Cada día que, a pesar del cansancio, me desperté un poco más vivo que el anterior.
Ahora que tengo un nuevo riñón y ya no te necesito, no te olvido.
Fuiste parte de mi historia. De una historia dura, pero llena de vida.
Y si un día, la vida me lleva de nuevo a ti, volveré con más madurez y sin miedo.
Porque sé que no eras mi castigo, eras mi sostén.
Gracias por cuidarme cuando más lo necesitaba.
Con respeto, con memoria, con gratitud...
Gracias, máquina de diálisis, por regalarme tiempo.
— Con amor,
Julio, Un paciente trasplantado 💚