07/10/2024
Antes relacionábamos la presencia de ácido úrico en la o***a, con valores altos de este metabolito en suero y a su vez, con la ingesta de carne (purinas).
Hoy vemos que existen causas mucho más serias ✌🏼😁 como el consumo de fructosa en pacientes con síndrome metabólico.
En el hígado, tres enzimas clave metabolizan la fructosa. Primero, la fructosa se fosforila a fructosa 1 fosfato (fructosa-1-P) por la enzima fructoquinasa C (FFK C), también llamada cetohexoquinasa (KHK). La fructosa-1-P luego se convierte en dihidroxiacetona-fosfato (DHAP) por la enzima aldolasa B y en gliceraldehído-3-fosfato (G-3-P) a través de la trioquinasa. Estas triosas participan en otras vías metabólicas: glucólisis, síntesis de lípidos, gluconeogénesis y glucogénesis. Es muy importante tener en cuenta que la fructosa saltea las dos etapas claves reguladas de la glucolisis (hexo o glucoquinasa y la fosfofructoquinasa) y, en consecuencia, usa pasos no regulados y esto permite flujos metabólicos deletéreos cuando hay exceso de sustrato.
Fructosa y ácido úrico. Rol hipertensivo. En el hígado la FFK C activa inunda el citosol con triosas y AcCoA, lo que conduce a lipogénesis, hígado graso e hiperlipidemia, especialmente porque la fructosa se ingiere conjuntamente con la glucosa que se usa para la producción de glucógeno. Esto impulsa la secreción de insulina que aumenta la lipogénesis. La fosforilación rápida y no regulada de la fructosa conduce a un rápido consumo del ATP citosólico. Para reponer el ATP citosólico, las células usan adenilato quinasa para generar 1 ATP y 1 AMP a partir de 2 ADP. El AMP es un producto final que se degrada en ácido úrico. El ácido úrico disminuye el NO, lo que conduce a un deterioro del tono vascular e hipertensión
El ácido úrico, metabolito final del AMP generado por el metabolismo de la fructosa, activa el sistema renina-angiotensina, inactiva (químicamente formando 6-aminouracilo) el vasodilatador óxido nítrico endotelial (NO) y disminuye su síntesis, lo que provoca un aumento de la presión arterial que es la otra carta de presentación del síndrome metabólico. Los flujos de ácido úrico inducidos por la fructosa son el resultado de deficiencias de energía transitorias generadas por la fosforilación rápida no regulada de la fructosa.
Una característica importante del ácido úrico, que potencia el problema, es que se ha demostrado que es un activador de FFK C y, por lo tanto, un perpetuador de este ciclo. En realidad, la mutación por la que hemos perdido la capacidad de metabolizar el ácido úrico durante la evolución se ha propuesto como una característica evolutiva ventajosa, que facilita la asimilación de frutas en tiempos de abundancia. La expresión de la uricasa en animales experimentales reduce los efectos nocivos de la fructosa.
Diversos estudios han informado que el ácido úrico induce estrés oxidativo e inflamación, aumentando la lipogénesis. La crítica interacción de los metabolismos de la fructosa, el ácido úrico y el síndrome metabólico es tan clara que se están desarrollando nuevos inhibidores para atacar ambos problemas.