08/10/2025
El “¡NO!”, el “¿POR QUÉ?” y el “¡MÍO!” no son ataques personales; son los primeros intentos de tu pequeño por ser una persona independiente.
✨ La Clave está en la Intención
Entiende la Señal, No la Palabra: Cuando tu hijo se pone “terrible,” no castigues la palabra o el berrinche. Enfócate en entender la gran emoción o necesidad que hay detrás. ¿Está cansado? ¿Hambriento? ¿Se siente frustrado por no poder hacer algo? La palabra es solo la punta del iceberg.
Valida la Emoción: Di algo como: “Veo que estás muy enojado porque no puedes comer galletas ahora.” Esto le enseña a ponerle nombre a lo que siente, lo cual es el primer paso para aprender a regularse.
Conexión antes que Corrección: Un berrinche o una rabieta es, a menudo, un grito de “¡Necesito que me ayudes a calmarme!” Antes de corregir el comportamiento, ofrécele unos minutos de tu presencia y afecto. Un abrazo o un momento de silencio compartido puede desactivar la crisis más rápido que un castigo.
Desarrollando la Autonomía: Estos “enfrentamientos” son vitales. Al poner límites claros y amorosos, le estás enseñando a tu hijo a navegar el mundo, a lidiar con la frustración y a desarrollar esa personalidad fuerte y autónoma que tanto deseas.
¡Tú eres el mejor intérprete de tu hijo! ❤️
🔥 Dinos en los comentarios: ¿Cuál es la “palabra clave” más difícil de traducir en tu casa y cómo la manejas? ¡Compartamos estrategias!