07/07/2025
Imagínate despertar porque tu teléfono suena con mucha insistencia y al responder te digan lo siguiente: SUEGRA RAUL (tu hijo) ESTA DESAPARECIDO, NO HE SABIDO NADA DESDE QUE SALIO A TRABAJAR, LE MARCO Y NO ENTRAN LAS LLAMADAS, NI LOS MENSAJES.
(Tu hijo menor, que está en los veinte años, con un hijo de meses, y otro de uno o dos años. Un muchacho divertido, gracioso, amoroso, respetuoso, un gran padre, un buen ser humano).
¿Dejarías de buscarlo? ¿Te resignarías? ¿Estarías en paz haciendo tu vida como si nada sin saber dónde está?
La vida jamás te prepara para afrontar una desaparición. Cuando un familiar muere te duele hasta el alma, pero sabes que ya está descansando y tienes una tumba a donde ir a poner flores. Pero cuando es una DESAPARICION es un dolor horrible que te rompe cada centímetro, es una ansiedad terrible, te muerdes los cueritos de las uñas, tus manos y piernas se mueven inconscientemente con rapidez. No duermes y si duermes no descansas, no te da hambre porque te agobian pensamientos y preguntas como: ¿ESTARA COMIENDO?, ¿COMO ESTARÁ?, ¿LO ESTARÁN GOLPEANDO? ¿TOMARA AGUA?
Una desaparición de alguien a quien amas te marca de por vida, muchos duran meses sin encontrar a su ser querido, otros a pesar de los años no saben nada, no hayan ningún rastro, ninguna prenda, alguna identificación, nada, pero no pierden la fe de que un día estarán de regreso. Pero se mantienen años en la incertidumbre, en la ansiedad, en el miedo, en el dolor, inmersos en: Y SI HUBIERA HECHO ESTO: Y SI NO HUBIERA HECHO LO OTRO: DEBI ABRAZARLO MAS, DEBI DECIRLE QUE LO AMABA, DEBI CUIDARLO MEJOR. Muchos viven martirizándose con preguntas que probablemente no tendrán respuesta, con pensamientos de culpa, de remordimiento, hay quienes se hunden en el dolor, otros que ese dolor lo vuelven fuerza y siguen buscando, otros lo ven como un despertar para valorar más a quienes lo rodean, para vivir. Cada persona que vive la desaparición de un familiar vive su proceso de manera diferente, cada quien vive su dolor de diferente forma.
Quienes no lo han vivido no entienden, no se imaginan, y espero que jamás pasen por algo así porque es algo tan duro de vivir, es como si te quitaran el aire poco a poco. Ellos desaparecen, pero no se van solos, se llevan una parte de todos los que nos quedamos a buscarlos.
-Claudia Garza.