08/10/2022
"1. HACERLES CAMINAR UN POQUITO
Desde el año de vida aproximadamente los niños pueden caminar. Siempre he intentado que mis hijos caminaran hasta la escuela infantil, aunque nos llevara un poco más de tiempo.
¿Por qué lo hago?
Llegar a la escuela en brazos es un acto pasivo, mientras que caminar activa la corteza anterior del cerebro haciendo que estén más activos, despejados y preparados para comenzar el día. Además sigue una norma que intento poner en práctica cuando educo a mis hijos; “no hagas por ellos nada que puedan hacer por ellos mismos”.
Puedes gran parte del camino en coche o en un porteador, pero deja siempre unos 100 metros para que activen la parte anterior de su cerebro.
2. HABLAR MUCHO CON ELLOS
El paseo de la mañana es un rato genial para poder hablar de las cosas que vemos o que hemos hecho el día anterior. “¡Mira! ¡Un perrito muy simpático!”, “¿Te acuerdas de qué cuento leímos ayer antes de dormir?”
¿Por qué lo hago?
Las conversaciones padre/madre niño son esenciales para el desarrollo del lenguaje y la inteligencia general. Cuando hablamos de las cosas que vemos camino de la escuela le ayudamos a desarrollar vocabulario y atención a los detalles. Cuando les preguntamos lo que cenamos el día anterior o el cuento que leímos la noche antes le ayudamos a desarrollar la memoria que utilizamos en los exámenes.
¡Un truco! Da igual que todavía no responda; puedes hacerle preguntas de sí y no.
3. DEJAR QUE ENTREN PRIMERO
Es un pequeño gesto muy sencillo que podemos hacer todos los días. A muchos niños no les gusta entrar delante de papá o mamá. Es como si te quisieran utilizar de escudo protector, pero si te quedas en la puerta y esperas a que entre, se acabará acostumbrando a entrar primero.
¿Por qué lo hago?
Cuando un niño se enfrenta a un reto activa distintas áreas de la región prefrontal que nos ayudan a tomar decisiones, ser responsables y enfrentarnos a los retos que nos plantea la vida. Si el niño entra en clase delante de ti activará esta región del cerebro y ´se sentirá más seguro, responsable y capaz dentro de clase. Intenta que entren delante de ti en la clase o el recinto de la escuela. Es una manera de activar su región cerebral de “Me las voy a tener que apañar este rato sin papá o mamá”
Y POR SUPUESTO....
4. LES DOY UN GRAN ABRAZO
A veces iba con tanta prisa que sentía la tentación de salir corriendo, pero el abrazo es esencial. Distintos experimentos han demostrado que estar en los brazos del papá o la mamá durante un periodo más o menos largo (10-30 segundos) les ayuda a sentirse más seguros en el entorno y con los compañeros. Exploran más, comienzan a jugar antes y se sienten más confiados en ellos mismos"
Créditos texto e imagen: Álvaro Bilbao - Neuropsicólogo