
26/06/2025
La rendición a Dios no significa pasividad, sino reconocer su grandeza, poder y sabiduría, confiando en que su plan es lo mejor para nosotros. Es un paso de fe que nos conecta más profundamente con Él y nos permite vivir con su paz y propósito en cada aspecto de nuestra vida.
Es necesario soltar aquello que nos preocupa, lo que nos oprime, lo que nos entristece, lo que nos roba la paz y lo que hace que nos apoyemos en nuestra propia prudencia. Decidir confiar en Dios es descansar en que Él se preocupa por nosotros y vela por nuestro bienestar.