Berenice Garcia, Sanación Alternativa

Berenice Garcia, Sanación Alternativa Bienvenidos a un espacio de amor, Bienestar, abundancia y paz

13/10/2025

Cuando estás con tu pareja y de repente te da sueño, muchos creen que es aburrimiento o falta de interés, pero en realidad significa todo lo contrario. El sueño aparece cuando tu mente y tu corazón encuentran un lugar de descanso.
Si a su lado puedes quedarte dormido, es porque sientes confianza. Es porque no necesitas estar alerta, no necesitas aparentar nada, ni cuidar cada palabra. Tu subconsciente sabe que allí no hay peligro, solo paz.
Dormirse junto a alguien es una demostración silenciosa de amor. Es como decir: “Me siento tan seguro contigo, que puedo cerrar los ojos y entregarte mi lado más vulnerable”. Y esa paz no se encuentra en cualquier persona, porque hay muchos que enamoran con palabras bonitas, pero pocos que logran dar tranquilidad solo con su presencia.
Así que la próxima vez que te dé sueño con tu pareja, no lo veas como algo malo. Al contrario, entiende que esa calma es un regalo. Porque el verdadero amor no siempre es fuego, emoción o adrenalina… a veces es simplemente la serenidad de saber que estás en el lugar correcto, con la persona correcta.

Su fidelidad no depende de tu valor o suficiencia. Depende de su nivel de responsabilidad afectiva y respeto por tí.Deja...
11/10/2025

Su fidelidad no depende de tu valor o suficiencia. Depende de su nivel de responsabilidad afectiva y respeto por tí.

Deja ya de culparte por las decisiones de otro adulto. 👈🏻

10/10/2025

Cuando vi esta película de Jodorowsky ame inmensamente está escena, donde se coloca detrás de su niño para sostenerlo, explicarle y darle todo lo que por cualquier razón faltó...

Lo que buscas ya está en ti, solo trabaja en manterte presente en ti mismo.

Consteladora Familiar y fluvial acompañamiento en procesos de vida ✨
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29/09/2025

ES MI PROBLEMA...

"Mery se puso una minifalda y una blusita escotada, se echó mucho maquillaje y se dispuso a salir aquella noche.
-¿Para dónde vas hija con quién te vas a ver? - preguntó su madre.
-No tengo porqué decirte, es MI PROBLEMA - respondió la adolescente.

Unos días después Mery quedó embarazada y su novio se fue sin responder por el bebé, así que "el problema " de Mery se convirtió en el problema de sus padres que tuvieron que sacar dinero para los gastos del parto, para la leche y los pañales del niño.

Con los días Mery empezó a recibir subsidio del gobierno por su hijo, y "el problema " de Mery se convirtió en problema del presupuesto nacional que sale del bolsillo de todo el pueblo.

El niño creció sin disciplina porque la chica no admitía que sus padres lo corrigieran, una vez rompió unos vidrios y otro día rompió la nariz de un niño mas pequeño que él, así que "el problema " de Mery se tornó en problema de un vecindario.

En la escuela Mario, como se llamaba su hijo, hacía bullying a otros chicos de su edad, así que "el problema de Mary " se hizo problema también de ellos.

El tiempo pasó, Mario dejó la escuela y mantenía con los vagos del vecindario, su abuelo le dijo :
-¿Por qué no te alejas de esos chicos malos Mario?
-Ese es MI PROBLEMA - respondió él.

Luego Mario se hizo adicto a las dr**as y también empezó a vender droga y a llevar a otros jóvenes al vicio; así que "el problema " de Mery y "el problema " de Mario se hizo el problema de esos muchachos, de sus padres y de toda aquella comunidad.

Mario se involucró con una chica y la embarazó, después de unos meses de mala convivencia y maltratos la abandonó, así que "el problema " de Mery y "el problema " de Mario se convirtieron en el problema de la joven embarazada y su familia.

Luego Mario empezó a robar y fue detenido por la policía, su madre lo visitaba en la cárcel y lloraba porque el chico se ha había salido de las manos.

Meses después salió de prisión y volvió a delinquir, esta vez entró a un banco con varios chicos más, hirieron a los vigilantes y tomaron como rehenes a toda la gente que estaba allí. "El problema " de Mery y "el problema" de Mario se hicieron el problema de los vigilantes heridos y de los niños, jóvenes y adultos que estaban retenidos allí.

La policía llegó y en un cruce de disparos Mario mató a un policía y quedaron heridos algunos rehenes del lugar. "El problema de Mery " y "el problema de Mario " se hicieron el problema de la familia del agente mu**to, de toda la institución, de las personas heridas y de la ciudad entera que se escandalizaba con lo que estaba ocurriendo.

Llegaron los refuerzos policiales abrieron fuego contra los delincuentes, Mario quedó tendido en el piso junto con sus compañeros, todos estaban mu**tos. Así Mario murió junto con "su problema " y al otro día en el diario local salió la noticia de que "EL PROBLEMA " de Mery había sido abatido por las autoridades.
Mery lloró lágrimas de sangre y sus abuelos lamentaron lo ocurrido.

Muchas familias quedaron afectadas, una más quedó de luto y muchos daños fueron hechos en todo el tiempo en que "El problema" de Mery tomó decisiones que afectaron a los demás.

Así que cada vez que al hacer o al dejar de hacer algo pienses que sólo es "tu problema", recuerda que no estás solo en este mundo.

Puedes conducir embriagado pero si te accidentas dañarás a alguien más, puedes gastar tu dinero en apuestas pero tus hijos sufrirán las consecuencias porque no les llevarás el sustento.

Puedes vivir tu sexualidad irresponsablemente pero seguramente perjudicarás a otros... En fin, recuerda que tus decisiones traen consecuencias para ti y para aquellos que te rodean".
Créditos al autor.

29/09/2025

LA MANERA CORRECTA DE PEDIR AL UNIVERSO

Si pides algo al universo, que sean herramientas (y no soluciones)

Dice un conocido proverbio: «Regálale un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá toda la vida”

Seguro que estamos todos de acuerdo con esta frase. De hecho, cuando se habla de ayuda humanitaria o de ayuda social en general coincidimos en que es pernicioso dar a las personas justo lo que necesitan, porque lo que supone ayuda verdadera es proporcionar las herramientas (físicas, emocionales, mentales, un trabajo) para que se procuren su sustento.

¿Qué es mejor: dar comida o dar semillas y enseñar a labrar la tierra? Sin duda lo segundo.

Sin embargo, esto que nos parece muy claro para el mundo, nos cuesta aplicarlo a nuestra propia vida…

Y aquí te lanzo una pregunta:

Cuando tú pides algo (a Dios, al universo, a los Reyes Magos, a una persona de confianza) ¿cómo lo enfocas?

¿Deseas y pides la solución definitiva, el producto terminado, o las herramientas para conseguirlo tú mism@?

En verdad casi todos, y yo la primera, lo que esperamos recibir con nuestras plegarias son las soluciones. El producto final. Los peces y alimentos listos para consumir.

Rara vez se nos ocurre rogar porque desarrollemos las herramientas, recursos o habilidades que nos permitan procurarnos lo que queremos.

Y es justo esto lo que sería lo interesante… Es más, creo que estos recursos en potencia se nos aparecen continuamente (como respuesta a nuestras peticiones) pero no sabemos aprovecharlos. Por eso hoy me digo: ¿Y si aprendiéramos a pedir de otro modo?

Pedir a las estrellas la caña de pescar

Cada vez que te veas enfrentado a un problema que te supera, en vez de suspirar porque te llueva del cielo una solución respires hondo y te preguntes:

¿Qué tipo de herramienta o ayuda necesitaría para resolver esto por mí mism@?

Y te enfoques en buscar o pedir ese recurso.

Cómo pedir al universo - esperando herramientas y no soluciones

¡Pinea este artículo!

Por ejemplo, imagínate que estás pasando una racha de baja autoestima a consecuencia de un fracaso amoroso, del cierre de un negocio o como resultado de un diálogo interno negativo que lleva años contigo. En vez de pedir al universo que «mejore tu autoestima» o que aparezca una nueva pareja que te haga feliz y te recuerde tu valía, o «que cambie tu mente», pide en su lugar encontrar aprendizajes y herramientas poderosas que te permitan, si las utilizas, desarrollar una autoestima saludable.

Por ejemplo puedes pedir que aparezca el libro adecuado, el terapeuta perfecto, tener un momento de revelación de madrugada, la posibilidad de pasar una tarde en silencio, un taller transformador, una experiencia que te cambie la vida y te haga ser consciente de tu valía…

Eso es en realidad lo que tienes que pedir al universo.

Pero hay una cosa más, además de encontrar herramientas poderosas, que necesitas para resolver tus problemas: aprovecharlas. Y esto no debes pedirlo al universo sino a ti mismo.

¿De qué sirve que te pongan una caña de pescar delante si no aprendes a utilizarla? ¿Y si incluso haces como que no la ves y sigues suspirando por alimentos?

Es más… estoy convencida de que la vida ha puesto en nuestro camino oportunidades preciosas, para todos y cada uno de nosotros, pero que las hemos pasado por alto porque estábamos esperando la solución final.

Es como esa historia en que un hombre, en medio de una inundación, confía en que Dios lo salvará y va rechazando a varias personas que se acercan para invitarlo a subirse a su barca. Cuando muere ahogado y llega al cielo le recrimina a Dios su falta de ayuda y éste le dice: ¿y la lancha, el barco y el helicóptero que te mandé?

Piensa en esto. Seguro que se ha cruzado en tu vida el libro perfecto, un profesional que te habría ayudado muchísimo, la oportunidad de un trabajo que te habría abierto puertas o una crisis que guardaba un tesoro en forma de desarrollo personal. Todo esto era una respuesta a tus plegarias que sin embargo… pasaste por alto.

Sin embargo, cuando te topas con objetos, personas u oportunidades que encajan con lo que necesitas para crecer, tomas acción y te comprometes a aprovechar lo que traen, la vida te trae bendiciones.

Así que como ves, el poder para materializar los deseos en última instancia depende de ti, de tu compromiso personal y de que estés abierto a percibir que la ayuda que buscas está en las cosas que te rodean y te suceden.

Pedir al universo herramientas y no soluciones

Dos preguntas para pensar

Me gustaría proponerte un ejercicio antes de finalizar este artículo. Piensa en algo que deseas de verdad o algo que necesitas cambiar porque te está amargando la vida.

Y ahora pregúntate:

¿Qué habilidades o herramientas necesitarías para conseguir ese objetivo por ti mismo?

¿Y de dónde podría venir una ayuda que tendrías que aprovechar?

Por ejemplo, si quieres más dinero, pide mejorar tus habilidades para conseguir o gestionar el dinero que tienes.

Si quieres un trabajo nuevo, pide conocer qué tipo de formación o recurso te facilitaría la tarea y comprométete a aprender eso.

Si quieres un cambio interior, pide de corazón encontrarte con los materiales, terapeutas, talleres o personas sabias que te guíen en tu camino.

En definitiva, te sugiero que:

Dediques un tiempo a pensar en cuáles son las herramientas y recursos que necesitas para alcanzar tus objetivos o solucionar tus problemas (y te comprometas a utilizarlas)
Amplíes tu percepción y puedas ver oportunidades de crecimiento y ayuda en lugares que actualmente pasas por alto.
No pidas los peces, pide la caña. De esta manera, no sólo conseguirás con más facilidad tu deseos, sino que crecerás como persona en este camino que llamamos vida.

Amparo Millán ☆

En un pueblo escondido entre montañas de Oaxaca, donde los caminos de tierra se enredan con los suspiros del viento, viv...
27/09/2025

En un pueblo escondido entre montañas de Oaxaca, donde los caminos de tierra se enredan con los suspiros del viento, vivía una mujer llamada Jacinta. No era médica. No era bruja. No era psicóloga. Pero cuando alguien tenía el alma herida, lo mandaban con ella.

—Ve con Jacinta —decían—. No te va a decir qué hacer, pero te vas a ir distinto.

Jacinta tenía una casa humilde, con paredes de adobe, un techo de lámina y un patio lleno de macetas hechas con latas recicladas. En el centro, una silla de madera vieja frente a otra igual de desgastada. Allí recibía a quien llegara, sin citas, sin listas, sin reloj.

Y en lugar de diagnósticos… hacía preguntas.

—¿Desde cuándo no respiras profundo?
—¿Quién eras antes de que te rompieran?
—¿Qué parte de ti sigues escondiendo por lealtad al dolor?
—¿A quién le estás guardando un lugar que ya no piensa volver?

La gente se quedaba callada. Lloraba. A veces reía sin entender por qué. A veces no respondía nada. Pero se iba con algo removido. Como si alguien hubiera abierto una ventana por dentro.

No daba consejos. Solo hervía canela, dejaba que el silencio hiciera lo suyo… y preguntaba.

Una vez llegó Lucero, una joven que llevaba años con insomnio. Traía bajo los ojos dos maletas llenas de noches sin descanso. Jacinta no le ofreció hierbas ni técnicas. Solo le preguntó:

—¿A quién estás esperando cada vez que te acuestas?

Lucero se quedó muda. Al día siguiente, volvió con una carta. No para entregarla. Para quemarla. Jacinta le prestó el fuego y el silencio.

Otra vez llegó un hombre alcohólico, arrastrando una culpa que nadie podía verle pero que él cargaba como una cruz.

Jacinta le preguntó:

—¿Qué parte de ti estás castigando con cada trago?

Él no volvió. Pero semanas después, mandó una bolsa con semillas y una nota: “Estoy sembrando. Tal vez tarde, pero llegué.”

No todos entendían su forma de sanar.

—No cura, confunde —decían algunos.

—No sana, remueve —decían otros.

Pero los que se atrevían a sentarse en su silla, sabían que Jacinta no buscaba respuestas. Buscaba que cada uno se hiciera cargo de la suya.

Cuando murió, nadie supo con certeza su edad. Ni de dónde venía. Solo encontraron, en su habitación, una libreta con páginas sueltas. En cada hoja, una pregunta escrita a mano.

”¿Qué parte de ti sigues posponiendo?”
”¿A quién le diste tanto poder sobre tu silencio?”
”¿Y si hoy fuera el último día… qué no te perdonarías no haber dicho?”

El pueblo decidió en su honor dejar las dos sillas donde estaban.
Y cada tanto, alguien se sienta solo… y se hace una pregunta.
A veces no la responde.
Pero a veces, con solo hacerse la pregunta correcta, la herida empieza a cerrar.

Porque Jacinta no curaba con remedios. Curaba con verdad. Y la verdad, cuando se dice en voz baja, también puede sanar.

26/09/2025

TODO lo que le exiges
a la pareja
es todo lo que NO quedó
satisfecho
en la infancia
por Papá y Mamá.

Mírame, cuídame, escúhame, acaríciame, reconóceme, apóyame,
dame, hazme caso, protejame,
tenme en cuenta, ayúdame...

Las demandas que uno puede tener hacia su pareja, reflejadas en la lista de deseos y necesidades expuesta previamente, pueden ser un eco de lo que quedó insatisfecho durante la infancia, principalmente proveniente de la relación con los padres. Las figuras paternas y maternas juegan un papel crucial en la formación de cómo percibimos el mundo y las relaciones en nuestra adultez.

Es aquí donde las relaciones humanas se entrelazan con historias marcadas por la infancia, un periodo de aprendizaje crucial que deja una huella profunda y duradera en nuestro ser. Las semillas sembradas en ese jardín temprano, regadas con las lágrimas y sonrisas de nuestros padres, germinan a lo largo de los años, tejiendo una red invisible que conecta nuestro pasado con nuestro presente.

Mirar hacia adentro, hacia esos primeros años de vida, puede resultar desafiante, pero también esclarecedor y liberador. En ese período temprano, donde la mente y el corazón son esponjas que absorben sensaciones, emociones y patrones de comportamiento que nos rodean, muchas de estas semillas que fueron plantadas crecerán fuertes y frondosas, nutriendo nuestro ser en armonía. Otras, sin embargo, pueden quedar enterradas en el suelo fértil de nuestra psique, esperando ser descubiertas y transformadas.

La necesidad de atención, cariño, reconocimiento y protección puede derivar de etapas de la niñez en las que estos elementos escasearon. Es comprensible que en la adultez se busque llenar esos vacíos emocionales con el amor y el apoyo de una pareja. Del mismo modo, el miedo al abandono, la búsqueda de seguridad y el deseo de control pueden remontarse a momentos en los que nos sentimos vulnerables e indefensos.

Es crucial comprender que estas demandas no son defectos, sino señales que nos muestran las áreas en las que aún podemos crecer y sanar. Reconocer estas heridas de infancia, aceptarlas y trabajar en ellas con compasión y determinación es un acto de valentía y autenticidad. La terapia y el autoconocimiento son herramientas poderosas que nos permiten transformar esas heridas en sabiduría y amor propio, construyendo relaciones basadas en la comunicación honesta, el respeto mutuo y la empatía.

Recordar que cada ser humano es un universo único, tejido con hilos de experiencias y memorias que moldean su camino. Las exigencias hacia la pareja pueden ser peldaños que nos llevan de regreso al niño interior que anhela ser escuchado, comprendido y amado incondicionalmente. Las exigencias hacia la pareja pueden revelar capítulos no resueltos de nuestra historia personal, revelándonos dónde y cómo necesitamos crecer y sanar. Detrás de cada "Mírame", "Escúchame" o "Protégeme" se esconde un anhelo profundo de ser visto en nuestra autenticidad, de ser escuchado en nuestra vulnerabilidad, de ser protegido en nuestra fragilidad. Estas demandas, lejos de ser caprichos, son llamados del alma que buscan la integración y la plenitud.

Debajo de la superficie de las exigencias hacia la pareja yace un universo de emociones no expresadas, heridas no cicatrizadas y necesidades no satisfechas. La magia de la relación nos invita a explorar estos territorios desconocidos, a mirar con valentía debajo de las capas de protección y defensa que hemos erigido a lo largo de los años. En esta exploración profunda, encontramos tesoros escondidos de autoconocimiento y crecimiento, revelando aspectos de nosotros mismos que necesitan ser abrazados con amor y compasión.

Esta misma magia de la relación de pareja radica en su capacidad de ser un laboratorio vivo donde experimentamos el arte sagrado de la conexión humana. A través del espejo de la pareja, vemos reflejadas nuestras luces y sombras, nuestras fortalezas y debilidades, nuestros sueños y miedos. Este reflejo nos desafía a conocernos más profundamente, a abrazar nuestras imperfecciones con amor y a crecer juntos en un viaje de transformación continua.

Es en este mismo viaje de autodescubrimiento y crecimiento donde la pareja se convierte en un espejo que refleja nuestras luces y sombras, un compañero de ruta que nos desafía a ser la mejor versión de nosotros mismos, sanando y evolucionando juntos en un baile de amor y transformación.

En cada exigencia hacia la pareja se esconde una oportunidad de sanar, de crecer, de evolucionar. Al abrazar nuestras heridas de infancia con compasión y valentía, transformamos la relación con nosotros mismos y con los demás. En este viaje de autodescubrimiento y crecimiento, descubrimos el poder sanador del amor incondicional, que nos guía hacia la plenitud y la liberación, permitiéndonos ser quienes realmente somos: seres sabios, poderosos, conscientes y, sobre todo, seres de amor.

Ahora mismo hay monjes budistas tibetanos en un templo en el Himalaya recitando mantras sin cesar para la cesación de tu...
19/09/2025

Ahora mismo hay monjes budistas tibetanos en un templo en el Himalaya recitando mantras sin cesar para la cesación de tu sufrimiento y para el florecimiento de tu felicidad.

Alguien que aún no has conocido ya está soñando con adorarte.

Alguien está escribiendo un libro que leerás en los próximos dos años y que cambiará tu forma de ver la vida.

Monjas en los Alpes están en vigilia perpetua, orando para que el Espíritu Santo ilumine los corazones de todos los hijos de Dios.

Un granjero está mirando sus cultivos orgánicos y susurrando: 'nutrirles.'

Alguien quiere besarte, abrazarte, prepararte té.

Alguien está dispuesto a prestarte dinero, quiere saber cuál es tu comida favorita y llevarte al cine.

Alguien en tu órbita tiene algo inmensamente valioso para darte — gratis.

Algo está siendo inventado este año que cambiará la forma en que tu generación vive, se comunica, se cura y transmite.

La próxima gran canción está siendo ensayada.

Miles de personas están en clases de yoga ahora mismo enviando intencionalmente luz desde sus chakras del corazón y envolviéndola alrededor de la tierra.

Millones de niños están asumiendo que todo es asombroso y siempre será así.

Alguien está sufriendo un dolor profundo, y dentro de unos meses, estará prosperando como nunca antes. Desde donde están, simplemente no pueden verlo.

Alguien que anhela tener pareja, ser reconocido, llegar, obtendrá precisamente lo que quiere, e incluso más. Y debido a que ese regalo será tan fantástico en su alcance y dulzura, alterará mágicamente su recuerdo del anhelante angustioso y lo convertirá en 'Valió la pena la espera.'

Alguien ha abierto recientemente su naturaleza gozosa y genuina porque hizo el arduo trabajo de quitarse años de opresión de su psique; esta luminosidad es omnipresente en el éter y es accesible para ti.

Alguien justo en este segundo deseó la paz mundial, sinceramente.

Algún funcionario público se está asegurando de que recibas tu correo y se recoja tu basura, de que los trenes funcionen a tiempo y de que estés generalmente a salvo.

Alguien está dedicando sus días a proteger tus libertades civiles y el agua potable.

Alguien está recuperando su cordura.
Alguien está regresando de entre los mu**tos.
Alguien está perdonando genuinamente lo aparentemente imperdonable.
Alguien está curando lo incurable.

Tú. Yo. Alguien. Ahora.

~ Danielle LaPorte

Arte: La Hija de la Hija de Mi Hija por Julie Dillon

"Tú  no eres mi otra mitad, eres mi espejo mostrándome  lo que necesito sanar.""Tu pareja no vino a darte lo que te falt...
19/09/2025

"Tú no eres mi otra mitad, eres mi espejo mostrándome lo que necesito sanar."

"Tu pareja no vino a darte lo que te falta; vino a mostrarte lo que aún no sanaste.

Las relaciones más profundas no son aquellas que más paz te brindan, sino las que más verdad te revelan. En ese reflejo se activan el miedo, el enojo y la tristeza, porque la pareja es el espejo emocional más evidente que existe.

Ahí, en ese reflejo, podés ver tus partes rotas, tus heridas emocionales de la infancia, cómo te hablás a vos mismo/a e incluso cuáles son tus vicios no resueltos. Y sí, ahí duele. Pero también es ahí donde tenés la oportunidad de reconstruirte, de volver a vos, de recuperar tu soberanía y tu integridad.

Por eso, recordá: una relación de pareja consciente no viene a rescatarte ni a salvarte, sino a mostrarte lo que aún no sanaste y a ayudarte a recordar que ya estás completo/a.

Si hoy tenés un espejo que está siendo tu maestro/a, te invito a mirarlo a los ojos y, con todo tu amor y tu corazón, decirle: “Gracias por ayudarme a volver a mí, por ayudarme a recuperar mi integridad y a reconstruir mi mundo interior.”

12/09/2025

Afirmación del día:
Mis seres amados están envueltos en la luz de Dios y los ángeles. Cada paso que dan está guiado, cuidado y protegido. Confío en que la vida los sostiene con amor, salud y seguridad.

11/09/2025

Afirmación del día:

Hoy me uno en misericordia al dolor del mundo. Mi corazón vibra en compasión y mi luz es puente de sanación para todos los que sufren.

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Pino Verde
Nueva Tlalnepantla
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