20/05/2025
El Día del Psicólogo y la Psicóloga no es solo una fecha conmemorativa. Es un momento para reconocer el valor de una profesión que, silenciosamente, acompaña procesos profundamente humanos: el dolor, el cambio, el autoconocimiento, la sanación y la construcción de sentido.
Desde la psicología, trabajamos con lo invisible: pensamientos, emociones, traumas, vínculos, historias. No sostenemos bisturís ni recetas, pero sostenemos miradas, silencios y palabras que pueden transformar una vida.
Ser psicólogo o psicóloga no es solo escuchar. Es saber escuchar lo que no se dice. Es comprender más allá del discurso, es leer los gestos, los silencios, los mecanismos de defensa. Es tener la capacidad de contener sin invadir, de guiar sin imponer, de confrontar sin herir.
También es acompañar procesos que no siempre tienen un final feliz, pero sí uno más consciente. Es ofrecer presencia cuando el mundo interno del otro se tambalea. Es sostener la esperanza en momentos de desesperanza. Y sobre todo, es confiar en la capacidad de cada persona de transformarse, incluso cuando ella misma ha dejado de creer en eso.
Este día también es un buen momento para reconocer que los psicólogos y las Psicólogas no estamos exentas de nuestras propias sombras. Que también sentimos, nos frustramos, dudamos y que, precisamente por eso, seguimos formándonos, supervisando y, muchas veces, también yendo a terapia. Porque cuidar de otros empieza por cuidarnos a nosotras mismas.
🍃 A quienes ejercen con ética, compromiso y humildad.
🍃 A quienes acompañan desde la empatía y la escucha genuina.
🍃 A quienes entienden que cada ser humano es único y merece ser tratado como tal…
Feliz Día del Psicólogo y la Psicóloga.
"Porque hacer psicología es, en el fondo, un acto de profundo amor humano".