11/05/2025
Ser amable con nosotras mismas, con otras madres y mujeres. 💐
Procura ser amable. No por debilidad, sino porque sembrar dulzura en tierra árida es un acto de revolución. La amabilidad no es complacencia, es trazar un límite con ternura. Es decir: “me cuido, para cuidar” sin pedir permiso.
La vida es un espejo. No siempre limpio, a veces roto, otras veces distorsionado como el reflejo en el agua cuando todo se mueve. Pero responde. Responde a lo que entregas, como un eco sagrado. Si le das juicio, devuelve dureza. Si le das amor, aunque tiemble, aunque se retrase, aunque parezca en silencio, te devuelve semillas.
Cada gesto de amabilidad contigo es una forma de enseñarle al mundo cómo tratar a quienes crían, a quienes sostienen. Porque tú no sólo alimentas cuerpos: cultivas corazones, modelas futuros. Y la vida —sabia, aunque caótica— mira cómo lo haces, y aprende.
Así que cuando la culpa te hable en susurros, respóndele con compasión. Cuando el cansancio te grite, abrázalo sin ceder. Y cuando la soledad se siente a la mesa, sírvele dignidad.
Sé amable, contigo. Sé feroz, si es necesario, pero desde el amor. La vida está mirando. No necesitas ser perfecta, sólo estar presente. No estás sola. Estás tejida en una red de otras que también crían, que también dudan, que también aman.
Grecia Avalos
Imagen con fines ilustrativos de un cafe y a escribir