15/11/2025
𝐎𝐑𝐆𝐀𝐒𝐌𝐎 𝐘 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐁𝐑𝐎: 𝐥𝐚 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫
El orgasmo ha sido durante décadas objeto de estudio desde la neurociencia, la psicología y la biología. Hoy sabemos que no es solo una cuestión hormonal, sino que involucra complejas interacciones entre cerebro, cuerpo y emociones.
𝐄𝐥 𝐜𝐞𝐫𝐞𝐛𝐫𝐨 𝐞𝐧 𝐚𝐜𝐜𝐢ó𝐧
𝐄𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞𝐬, activa fuertemente el sistema de recompensa (área tegmental ventral, núcleo accumbens), liberando dopamina, con efectos comparables a dr**as como la co***na o la he***na.
𝐄𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫𝐞𝐬, 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐢𝐨: se "silencian" áreas de autocontrol como la corteza orbitofrontal y prefrontal dorsomedial, facilitando el "dejarse ir" y alcanzando el clímax.
El papel de la oxitocina y la ínsula
La oxitocina refuerza la unión con la pareja.
La ínsula transforma las señales corporales en sensaciones, determinando la intensidad del clímax.
𝐎𝐫𝐠𝐚𝐬𝐦𝐨 𝐦𝐚𝐬𝐜𝐮𝐥𝐢𝐧𝐨 𝐲 𝐟𝐞𝐦𝐞𝐧𝐢𝐧𝐨
En ambos: contracciones musculares pélvicas, aumento de presión sanguínea y dilatación pupilar.
𝐄𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫𝐞𝐬: entre 3 y 15 contracciones vaginales; 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞𝐬, contracciones
pélvicas involuntarias.
𝐕𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐲 𝐜𝐥𝐢𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐧𝐨: ¿𝐬𝐨𝐧 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐢𝐧𝐭𝐨𝐬?
𝐄𝐥 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐬𝐦𝐨 𝐜𝐥𝐢𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐧𝐨 viaja por la médula espinal antes de llegar al cerebro.
𝐄𝐥 𝐯𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥, en cambio, lo hace por el nervio vago, directo al cerebro.
Ambos pueden coexistir y activar regiones límbicas relacionadas con las emociones.
𝐁𝐞𝐧𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐧𝐞𝐮𝐫𝐨𝐛𝐢𝐨𝐥ó𝐠𝐢𝐜𝐨𝐬
Aumenta la prolactina, favoreciendo el bienestar y la saciedad sexual.
Refuerza el sistema inmune, elevando defensas contra infecciones.
𝐋𝐚 𝐦𝐚𝐬𝐭𝐮𝐫𝐛𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚 𝐚 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐣𝐚𝐫𝐬𝐞, dormir mejor y disminuir dolores menstruales.
𝐔𝐧 𝐜ó𝐜𝐭𝐞𝐥 𝐧𝐞𝐮𝐫𝐨𝐪𝐮í𝐦𝐢𝐜𝐨
Dopamina, serotonina, noradrenalina y oxitocina se mezclan en esta experiencia, explicando por qué el orgasmo es tan poderoso para el cuerpo y la mente.
𝐄𝐥 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐬𝐦𝐨 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫, 𝐞𝐬
𝐧𝐞𝐮𝐫𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐚𝐜𝐜𝐢ó𝐧: activa, silencia y conecta diferentes regiones cerebrales, refuerza vínculos emocionales y protege la salud.