28/06/2020
En los últimos años, la cantidad de lluvia
que ha caído sobre México ha sobrepasa-
do la media histórica. Este incremento se
trata de explicar de varias maneras, pero
lo cierto es que ya no se tiene la certeza de
cuándo iniciará y terminará la temporada de lluvias, que solía ser de mayo a noviembre.
La lluvia sobre las techumbres o losas de nuestras casas puede afectar de manera considerable su solidez. Este daño se previene con un adecuado mantenimiento y oportuna impermeabilización.
La elección del imperbealizante se debe sustentaren las características de la losa a cubrir y en las condiciones ambientales a las que está expuesta, además de si se someterá al paso de personas. La práctica de la impermeabilización ha variado a través de los años. Inició con el uso de materiales naturales de los alrededores de las construcciones en
cuestión: alumbre, aceites y grasas animales. Las azoteas de las construcciones antiguas, conformadas por losetas de barro sobre las que se depositaba tierra para formar un declive que finalmente era cubierta con
ladrillos rojos, colocados en forma de “petatillo”,que eran bañados con una solución de alumbre para hacerlos impermeables y que, con un ligero declive en la azotea, permitía desfogar el agua rápidamente, sin encharcarse.Otro sistema era colocar ladrillos en forma de “petatillo” e impregnarlos con una mezcla de agua, cemento gris y arena cernida, que al endurecerse formaba una capa impermeable. Su colocación no requería mano de obra calificada. Las desventajas de este sistema es que cuando se fisuraba o se cuarteaba, la unión de las piezas se perdía la característica impermeable, y aunque se volviera a proteger con la mezcla inicial, en poco tiempo volvía a cuartearse, dejando paso libre al agua, por lo que su reparación requería levantar las losetas y reiniciar el proceso. También se usó la mezcla de jabón con alumbre, que al endurecerse formaba una capa impermeable. Sin embargo, su poca flexibilidad provocaba que la impermeabilización se cuarteara al mínimo esfuerzo mecánico, generalmente provocado por la compren-
sión y expansión que sufren las estructuras por los cambios de temperatura a que se ven sometidas, lo cual, como es de esperarse, dejaba pasar el agua, por lo que dicho procedimiento debía realizarse de forma periódica, preferentemente antes de la temporada de lluvias.
Estos sistemas fueron mejorados con la utilización de productos derivados del petróleo, como el chapopote, al que se le han hecho muchas mejoras gracias a los desarrollos tecnológicos, adicionándole aditivos,
fibras y cargas, que dieron lugar a los impermeabilizantes asfálticos a base de agua o de solvente.Al mismo tiempo, surge el desarrollo de resinas y entre ellas las estiren-acrílicas como base para los
impermeabilizantes elastoméricos, que en el proceso de mejora de sus propiedades usan resinas 100% acrílicas, logrando con ello una mayor durabilidad y desempeño en sus características físicas.Actualmente en nuestro país podemos encontrar a la venta ambas tecnologías de impermeabilizantes
elastoméricos (estiren–acrílicos y acrílicos), que no siempre basan su precio en relación con su desempeño, por lo que desafortunadamente podemos hacer
una mala selección si no contamos con una información confiable o con la experiencia previa del desempeño del impermeabilizante seleccionado.
Por estas razones, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor se dio a la tarea de llevar a cabo un estudio de calidad en estos productos, que involucró a las marcas y modelos o líneas de producto de
impermeabilizantes más representativas en el mercado nacional en su presentación conocida como categoría 5A, y así orientar adecuadamente al consumidor.