14/02/2025
Amo profundamente ser veterinaria, pero también debo confesar que tengo miedo todos los días, porque ya no es suficiente levantarme todos los días con la firme determinación de curar a mis pacientes, no es suficiente tomar decisiones con conocimiento y empatía ¡porque ya no es suficiente! Ahora tengo prohibido ser humana, tengo prohibido equivocarme y créanme es lo más agotador del mundo, en ocasiones no duermo y dejo de tener apetito, mi nivel de ansiedad es alto (no es de extrañar que nuestra profesión tenga el más alto indice de suicidio)porque aunque me sigo preparando con cursos, diplomados y congresos cada año nada me puede preparar ante determinadas circunstancias de mis pacientes y en ocasiones no podemos salvarlos y no significa que no me esforcé. Amo profundamente ser veterinaria pero no es justo trabajar con miedo porque en México está permitido amanezarnos, difamarnos y matarnos.