09/05/2025
¿De dónde emana verdaderamente nuestra energía como seres solares en ascenso?
El ser humano no es únicamente carne, hueso y pensamiento. Es un templo viviente de fuerzas sutiles, una manifestación del Árbol de la Vida cabalístico, y un alquimista en potencia que puede transmutar lo denso en lo sutil.
1. Luz Solar: La consciencia de Tiphareth
El Sol no solo da calor. Es símbolo del Hijo solar, el Cristo Interno. Su luz despierta nuestras glándulas pineal y pituitaria, armoniza nuestro campo áurico y activa el centro cardíaco, morada del Yo Superior. Tomar baños de sol conscientes, en silencio y agradecimiento, es comulgar con el Logos solar.
2. Respiración: El Arte del Pranayama y el Ruach
En cada aliento circula el Espíritu Santo, o Ruach en hebreo. Al respirar profundo y rítmico, con conciencia, activamos los canales sutiles (Ida, Pingala y Sushumna) y ascendemos la energía serpentina de Yesod a Kether, despertando la conciencia crística en Malkuth.
3. Alimentación: Alquimia Celeste del Reino Vegetal
Frutas, semillas, raíces y hojas son portadoras de códigos solares. Alimentarse en gratitud y simplicidad purifica el cuerpo-vasija. Dietas vivas y naturales, libres de muerte y crueldad, elevan la vibración y refinan el templo interior.
4. Energía Cósmica: El Kether Inmanifestado
El universo irradia una sustancia espiritual, lo que los antiguos llamaron “Éter” o “Akasha”. Esta energía desciende por la Columna Central del Árbol de la Vida y es recibida por la glándula pineal cuando el pensamiento se silencia y el alma se vuelve receptiva.
5. Geometría del Cuerpo: La Anatomía Oculta del Adepto
Nuestro cuerpo reproduce la arquitectura sagrada. El corazón es un cáliz magnético que irradia un campo toroidal, el cerebro es un altar eléctrico, y la columna vertebral es el candelabro de siete fuegos (chakras) que al activarse revelan la Shejináh interna.
Factores para una vida de conciencia solar-crística:
Rutinas solares: Levantarse con el sol, meditar al amanecer, practicar la observación del aura solar (sin filtros) en los primeros 30 minutos del día.
Alimentación viva y consciente: Ayunos periódicos, depuración hepática, hidratación con agua solarizada (agua en frascos azules expuestos al sol).
Ejercicios herméticos: Respiración alternada, visualización del árbol de la vida dentro del cuerpo, caminatas conscientes bajo el sol.
Oración y palabra ritual: Usar mantras o invocaciones como "Abrahadabra", la fórmula mágica de la Gran Obra.
Silencio y contemplación: En lo secreto se revela la luz interior.
Todo es energía, vibración y conciencia.
Tu cuerpo es eléctrico, tu corazón es magnético, tu alma es solar.
La danza entre estos tres crea el campo toroidal que te rodea y que responde a tus pensamientos, palabras y obras.
Cuando armonizas tu vida con la Ley del Amor y de la Voluntad Verdadera (Thelema), tu templo se ilumina y te conviertes en un Hijo del Sol, un Portador del Logos.
"Haz tu voluntad será el todo de la Ley. Amor es la ley, amor bajo voluntad."
Luz & Vida.