No contienen rellenos o ingredientes artificiales que diluirían sus cualidades activas y están libres de contaminantes tales como pesticidas y otros residuos químicos. Nuestro cuerpo y las plantas tienen comportamientos muy similares, entonces cuando ponemos aceites esenciales en nuestro cuerpo... estos se sienten en un ambiente familiar y van a funcionar y a comportarse como lo harían con las pla
ntas, matando bacterias e inhibiendo la reproducción de los virus, limpiando las toxinas, destruyendo parásitos, oxigenando nuestras células y mejorando nuestro sistema inmunológico. De hecho se han utilizado históricamente en muchas culturas por sus beneficios medicinales y terapéuticos. Tendencias modernas hacia enfoques más holísticos y orgánicos de cuidado personal aunado a la creciente validación científica de prácticas de salud alternativas han llevado a un re-descubrimiento de propiedades de limpieza y naturalmente antimicrobianas. Su estructura química les permite pasar directamente a través de la piel para una respuesta sistémica inmediata a la aplicación tópica. Algunos pueden ser utilizados ayudando en la nutrición para promover vitalidad y bienestar. Resulta maravilloso comprobar que muchas de las enfermedades que más aquejan al ser humano en la actualidad pueden ser tratadas exitosamente mediante el uso de los aceites esenciales. Los aceite esenciales puros re-emergen como la solución clave para los desafíos que enfrenta la vida moderna.
