
31/07/2025
EL MATRIMONIO ES COMO UN ZAPATO.
Si te queda grande… lo arrastras.
Si te queda chico… te lastima.
No es algo que puedas quitarte cuando quieras. No es solo “me lo pongo y ya”.
Por eso pensé que valía la pena escribir esto, para quienes aún no se han calzado.
Queridos solteros, si estás por “comprarte un zapato”… es decir, casarte… piensa en esto:
1. APARIENCIA FÍSICA.
No busques lo más bonito. Ni lo más caro. Ni lo más llamativo.
Busca lo que te quede.
Lo que esté hecho para ti.
No todos los guapos, exitosos o “ideales” encajan contigo.
No todas las mujeres bellas son para ti.
Busca a quien camine a tu ritmo.
Que esté hecho de los mismos valores que tú.
No es solo cuestión de gusto… es cuestión de fondo.
2. POSICIÓN.
No todos los zapatos están en el mismo estante.
Zapatos de gala, deportivos, infantiles, casuales… cada uno en su lugar.
No pretendas encontrar a tu pareja ideal en ambientes que no se alinean con tu esencia.
No puedes decir que buscas amor verdadero en medio del ruido y las máscaras.
Define tus valores. Descúbrete. Y entonces busca… porque si no sabes quién eres, cualquier “zapato” te parecerá adecuado.
3. PERCEPCIÓN.
En este negocio… no puedes probar antes de comprar.
Por eso es vital la guía, el consejo, la oración.
Consulta a los que ya llevan años calzando su par.
Y sobre todo… consulta al Fabricante.
Sí, a Dios. Solo Él conoce tu talla real.
Muchos se casan por emoción, por presión, por imitación.
Pero el matrimonio no es un evento de un día.
La boda dura unas horas.
El matrimonio… toda una vida.
No compres sin saber:
—¿De qué está hecho este zapato? (Su historia)
—¿Qué talla es? (Sus valores)
—¿Cuánto durará? (Su carácter)
—¿Me hará daño? (Compatibilidad)
—¿Quién lo diseñó? (Fe, origen, propósito)
Muchos hoy caminan con dolor.
Con zapatos hermosos por fuera, pero llenos de cicatrices por dentro.
Y otros arrastran relaciones que nunca les quedaron bien.
Pero si tú ya te equivocaste… no estás perdido.
Consulta al Fabricante.
Deja que Dios moldee, sane y restaure.
Porque amar no es solo lucir bien juntos…
Es caminar en paz, con paso firme, hacia el mismo destino.