11/04/2020
Buena tarde, que tal les fue meditando sobre la emoción perfecta? como se han sentido después de las meditaciones? como se han sentido en su vida diaria?
Hoy el tema que vamos a tratar es muy especial para mi, es lo que busco ejercitar mas para acercarme mas al autoconocimiento, ya que me siento un poco limitado en este aspecto de manera oral.
Sin mas preámbulos entramos en tema:
3º Etapa: EL HABLA PERFECTA O LA PALABRA PERFECTA (Samma vaca) – Astro Regente El Sol
Es abstenerse de emplear formas de lenguaje erróneas y perjudiciales. Cuidarse de hablar negligentemente, de mentir, difamar, calumniar o dañar a otros, y, en cambio, cultivar palabras amistosas, benévolas, agradables, dulces, significativas y útiles. Cuando el corazón habla, las fronteras y las divisiones desaparecen.
Ah! El habla esa maravilla que usamos de forma tan tonta.
En los textos budistas el habla perfecta se describe como un habla que es: verdadera, afectuosa, útil, que fomenta la concordia la armonía y la unión. Si trabajamos con nuestra habla o comunicación pronto nos daremos cuenta que nos lleva directamente a trabajar con:
– Atención consciente y claridad mental: sin el desarrollo de esto es imposible acercarnos a un habla veraz, pues ¿que sabremos de lo que es cierto o no?
– Autoconocimiento: esta es la parte en la que me estoy esforzando mas, por que aunque uno nunca termina de conocerse a uno mismo ya que vamos cambiando en base a nuestras propias experiencias y pensamientos diarios, siento que siempre debemos de estar atentos de las cosas . Si no nos conocemos aunque solo sea un poco ¿cómo vamos a saber qué es lo que nos mueve? y si no sabemos nada de nosotros mismos ¿qué sabremos acerca de nada?
– Con nuestros sentimientos: preferencias y prejuicios.
– Con proyecciones: Diría mejor con proyección e introyección.
– Con nuestros hábitos y los hábitos sociales: el habla superficial, el habla crítica, el cotilleo, la murmuración.
El cultivo de un habla veraz y positiva nos abre todas las puertas hacia dentro y hacia fuera; a veces pienso que bastaría trabajar en este aspecto del sendero y profundizando en él poco a poco cubriríamos todas las otras etapas. Me doy cuenta que hay tanta energía atrapada en nuestra habla y que el habla puede condicionar de forma creativa o de forma negativa la conciencia.
Hay un cuentito que se toma como guía para entender de una mejor manera esta idea.
“Un discípulo se acerco a su maestro y le comento.- Maestro, ¿sabes lo que dicen de ti?
-Un momento dice el maestro. ¿Ya has pasado por las tres puertas lo que vas a contarme?
-¿Cuales tres puertas? Respondió el joven. No, ni siquiera sabía que habían unas puertas para eso, cuéntame cuales qué son las tres puertas.
El maestro continuó:
-¿Estás seguro de lo que vas a decirme es la verdad?-Bueno no, yo he oído….
-Pues esta es la primera puerta.
-¿Lo que vas a decirme es bueno?-No, no, en realidad es un tanto desagradable.
-Esta es la segunda puerta.
-¿Lo que vas a decirme es útil para alguien?
-No de hecho….Balbucea confundido el discípulo.
-Esta es la tercera puerta.
-Y dime: Si lo que vas a decirme no sabes si es verdad, no es bueno y no es útil
¿Por qué quieres contármelo, no sería mejor olvidarlo para siempre?”.
A veces nos es sencillo el decir cualquier cosa que escuchamos en el camino, repitiendo como un lorito, sin saber si responde a estas tres respuestas, otras veces al no controlar nuestro temperamento dejamos que salga de nuestra boca lo primero que sentimos o pensamos y hay otras que decimos cosas que ni pensamos ni sentimos, y solo soltamos por el simple hecho de no saber controlar nuestra boca, nuestros sentimientos y reaccionando antes cualquier situación dándole la opción de controlarnos en vez de nosotros ser quien nos manejemos a nosotros mismos, cono dicen por ahí actuamos en automático.
La práctica de este tercer factor del sendero implica un cambio que se irá dando poco a poco, pero se notara de manera radical en nuestro uso del lenguaje.
En los tiempos en que se desarrollaba el óctuple sendero, la palabra hablada era el principal medio de comunicación; pero lo que aquí se expone como «recto modo de expresión» debería ser interpretado ahora como «recta comunicación», ya sea en forma de programa de radio o televisión, anuncios, periódicos, revistas o libros.
El desarrollo del samma vaca debería llevarnos a un gradual refinamiento de nuestro uso de todas las formas de comunicación. Nos daremos cuenta de la destructiva naturaleza de los anuncios hipnóticos de la televisión, de los artículos de prensa sensacionalistas y de la literatura escapista de toda especie. Nos daremos cuenta de los peligros, al igual que del inmenso valor potencial de la conversación.
El. samma vaca está libre de las afirmaciones dogmáticas, de las sugestiones hipnóticas; es un instrumento mediante el cual podemos aprender y enseñar, ayudar y ser ayudados. Practicamos el recto modo de expresión cuando usamos la conversación como medio para llegar a las personas, para entenderlas y entendernos a nosotros mismos. Esta última frase puede parecernos superflua si la miramos superficialmente: ¿Para qué otra cosa, podríamos preguntarnos, podría usarse la conversación? Sin embargo, basta con sentarse en un tren o en un autobús y escuchar las «conversaciones» que tienen lugar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que muy raramente son ejemplos de recto modo de expresión. La mayor parte de las llamadas conversaciones son una serie de entrecortados monólogos; cada miembro del grupo habla más o menos cuando le corresponde, pero no hay nadie que escuche o que intente responder, y cuando lo hacemos sucede algo que leí hace unos meses:
"No escuchamos para entender, escuchamos para responder"
Oímos, pero no escuchamos. Estamos en una sociedad donde no siempre interesa lo que otros tengan que decirnos porque lo único que cuenta, es aquello de lo que uno está convencido, para refutar o apoyar algo, a veces porque va con nuestras creencias religiosas políticas o familiares, inculcadas desde niños, otras para defender nuestros ideales o sentimientos que se sintieron agredidos, pero el escuchar, va mas allá, es lograr entender que es lo que quiere expresar el otro con sus palabras, entender que si lo dijo, fue por que en ese momento estaba molesto por algo que le paso en algún otro momento y no tenia nada que ver contigo, y eso lo logramos identificar cuando empleamos la visión perfecta, y controlamos lo que vamos a decir cuando practicamos la emoción perfecta al no dejar que nos devoren las ganas de responder hasta haber pensar bien lo que queremos transmitir. para asi darle paso a la recta comunicación, donde buscaras transmitir la idea de una forma en que no vulnere o agreda al otro, tomando en cuenta su sentir así como si lo que vas sabes es verdad, es bueno o es útil para mejoras y salir adelante de la situación.
por lo tanto el Recto Modo de Expresión, el Habla o la Palabra Perfecta (Samma Vaca) significa que vamos a ser capaces de usar diversos modos de comunicación para promover la búsqueda de la comprensión y del discernimiento.
Debería estar caracterizado no solamente por la sabiduría, sino también por la amabilidad.
La persona que siga el recto modo de expresión no debería ser fácilmente excitable ni propensa al apasionamiento ni a intereses egoístas. Debería ser tal que no despertara las pasiones.
La persona de recto modo de expresión ha sido descrita por Buda de la manera siguiente:
Evita la mentira, habla la verdad. Donde quiera que se halle nunca miente a sabiendas, ni para su propio provecho, ni para el de otra persona, ni para conseguir cualquier ventaja.
Evita contar historias imaginarias. Lo que ha oído aquí no lo repite allí, evitando causar discordia allí; y lo que ha oído allí no lo repite aquí, evitando causar discordia aquí. Así une a los que estaban divididos y a los que están unidos los estimula a seguir. La concordia le produce alegría, goza y se recrea en la concordia; y es concordia lo que propagan sus palabras.
Evita las expresiones groseras. Sus palabras son amables, agradables al oído, cariñosas, palabras que van al corazón, corteses y afectuosas y que agradan a muchos.
Evita la vana palabrería. Habla en el momento preciso, ciñéndose a los hechos, habla lo que es de utilidad, de la norma y de la disciplina; su conversación es como un tesoro, expresada en el instante preciso, acompañada de argumentos, moderada y llena de significado.
Su modo de expresión es inofensivo, agradable al oído, amable; que llega al corazón, cortes, grato y agradable a muchos.
A este se le llama «el que tiene lengua de miel».
Que bella manera de definirlo no? quien no desea ser así...
La meditación que dejaremos para el día de hoy será para profundizar en como nos expresamos ante los demás, para intentar cambiar la forma en que nos expresamos y la forma en que compartimos lo que queremos transmitir.
Que tengas una magnifica tarde
recuerda que cualquier duda o comentario que tengas puedes hacérmelo llegar en la seccion de mensajes de la publicación o por un inbox como te sientas mas a gusto! yo trataré en la medida de mi experiencia, transmitirte lo que a mi me ha dejado esto, para así que tu puedas ver que de lo que yo te diga te sirve y que prefieres conservar, al final este es un camino personal y nosotros decidimos como queremos experimentar el mundo que nos rodea, desde el amor o desde el odio y miedo.
Se despide tu amigo
Rodrigo Sánchez.