
24/06/2024
El té kombucha es el resultado de la fermentación de una infusión de té, generalmente verde o negro, al que se añaden unos microorganismos, conocidos con el nombre de SCOBY, que hacen posible que el proceso pueda llevarse a cabo.
El SCOBY, también conocido como hongo del té o madre de la kombucha es una biopelícula (o biofilm) con textura gelatinosa constituida a base de celulosa o una estera microbiana. Habitualmente, se encuentra flotando en el espacio libre que queda en el contenedor donde guardamos la kombucha. La bacteria Komagataeibacter xylinus es la responsable de producir esta celulosa.
En un SCOBY se pueden encontrar diferentes especies de bacterias y levaduras. Acetobacter, Glucanobacter, Komagataeibacter, Lactobacillus, Saccharomyces, Zygosaccharomyces, Komagataeibacter xylinus. Estos microorganismos se alimentan del azúcar que añadimos a la infusión inicial de té. De este modo, descomponen los azúcares, para convertirlos en ácidos orgánicos y dióxido de carbono. Durante la fermentación, además, aumenta la concentración de probióticos, con lo que nuestros cerebros (primero, intestinos y segundo cerebro) están super felices.
En 10 días, el líquido resultante de la fermentación ya puede considerarse kombucha. Mayores tiempos de fermentación consiguen niveles más altos de ácidos orgánicos y de aminoácidos.