01/07/2017
"El cambio" es un tema que me resulta apasionante y que puede ser abordado desde diferentes enfoques. Por ejemplo, es bien sabido que todo está cambiando a cada instante, que nada permanece inmutable... que lo único seguro es el cambio... Sin embargo, el tipo de cambio al que deseo referirme es aquel que expresamos cuando nos decimos: "quiero cambiar algo de mi mismo" porque es algo que me disgusta, que me inquieta, que me hiere o duele, o que permito... Y es a partir de este momento que iniciamos una ardua tarea, la mayoría de las veces con férrea voluntad o disciplina, porque estamos convencidos de querer lograrlo... Y nada más agotador que ir contra nuestra propia naturaleza, contra lo que creemos que está mal en nosotros.... por lo que muchas veces abandonamos la lucha... Siendo justo aquí donde se encuentra la paradoja del cambio, que se llama "aceptación", si consiguiéramos reconocer y aceptar "eso" que nos atormenta como algo que nos ha ayudado a ser quien somos, tal vez sólo sea cuestión de ajustar o dosificar su expresión, para integrar de un modo amigable aquello que nos urgía cambiar y un día quizá resulte que lo logramos, que hemos cambiado.