
05/10/2025
En Baja California Sur ya no vivimos. Sobrevivimos.
Y eso, si la suerte nos alcanza.
Los grupos del crimen organizado ya no operan desde la sombra: hoy lo hacen con luz verde. Tienen el control del marisco, la pesca, los ci****os, la cerveza, las p**as, los centros nocturnos… y también de las vidas.
Matan a quien se les opone. Amenazan a quien no se alinea. Compran a quien tiene precio… y remueven a quien no se deja, como pasó con el Dr. Bernardo Soriano, el único que no se arrodilló ante ellos.
¿Y el gobierno?
Ciego. Sordo. Cómplice.
Mientras los pescadores son extorsionados, los comerciantes amenazados y las calles tiñen de rojo a nuestros jóvenes, el gobernador y la alcaldesa se pasean tomándose fotos con mangos y discursos huecos.
No hay pronunciamientos. No hay acciones. No hay vergüenza.
¿Por qué?
Porque el compromiso que tienen no es con el pueblo, es con quienes financiaron sus campañas: una facción del Cártel de Sinaloa.
La verdad ya no se puede ocultar: la seguridad de nuestro estado fue negociada, y el costo lo estamos pagando con sangre.
No hay sensibilidad, no hay compromiso, no hay amor por este pueblo. Son peores que los que criticaron. Porque al menos los anteriores no fingían tanto.
Hoy nos matan con balas y con abandono, con pactos bajo la mesa y sonrisas hipócritas frente a las cámaras.
Pero esto no puede durar.
Esto no puede seguir.
El pueblo tiene que despertar, organizarse, levantar la voz, exigir justicia. Porque si seguimos esperando que ellos hagan algo, mañana nos van a enterrar a todos, y con discursos de “hechos aislados” van a justificar nuestra muerte.
Ya basta.
Baja California Sur no se vende.
Y mucho menos se entrega a cobardes con charola.
El 18 de agosto de 2018, el empresario Ramón Martínez Armengol, dueño de Corporativo Paragas, abrió una gasolinera en la carretera a Samarkanda, en Villahermosa, Tabasco.
Tres meses después, una camioneta GMC Sierra del año llegó a la estación y descendieron Savier Eduardo Vázquez Orellana "El Blin Blin", operador de "La Barreradora"; el abogado Manuel de Atocha Romero Hernández, hombre de confianza de Hernán Bermúdez Requena "El Abuelo", y un sujeto con un arma larga.
Uno de ellos se dirigió a Ramón Martínez Armengol sin rodeos.
"Me dijeron que, a partir de ese momento, les tenía que recibir una p**a con huachicol de 30 mil litros para que el líquido fuera vendido en mi gasolinera. En ese tiempo, esa cantidad de combustible equivalía a 600 mil pesos, dinero que se reunía por la venta en un lapso de tres días", dijo el empresario el 6 de agosto pasado ante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
"Haciéndome mención los sujetos que, en caso de no acceder, le causarían daño a mi y a mi familia, ya que tenían identificado mi domicilio y mi información personal, por lo que obligado por las circunstancias, tuve que recibir periódicamente el combustible en mi gasolinera".
Tres días después de descargar la primera p**a, Martínez fue citado por "El Blin Blin" y el abogado en el restaurante Mineros. Le dijeron que no tenía por qué preocuparse de la Policía, ya que pronto llegaría Bermúdez Requena, "al mando de los 100 en Fiscalía".
Dos meses después, "El Abuelo" sería nombrado titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco.
El empresario relató ante las autoridades que, una vez que se sometió al trato, "La Barredora" le impuso la venta de tres p**as por semana, es decir, 90 mil litros, que en ese entonces tenían un valor aproximado de un millón 800 mil pesos en el mercado legal.
Pero el negocio de "La Barredora" consistía en vender el litro de gasolina en 15 o 16 pesos cuando costaba 20. La mitad de las ventas las enviaban a Bermúdez.
Las p**as de huachicol, según dice, siempre llegaban escoltadas por camionetas blancas que, al parecer, eran de la FGR. Martínez ofreció a las autoridades federales fotografías de estos vehículos.
En un primer momento, refirió haber tenido conocimiento de que las ganancias eran para una persona de apellido Rosete y después sólo para Bermúdez y Ulises Pinto Madera "El Mamado", el número dos de "La Barredora".
El trato duró seis meses, según se consignó en las órdenes de aprehensión giradas contra Bermúdez por los delitos de asociación delictuosa, extorsión y secuestro express, en el fuero común, y delincuencia organizada, en la jurisdicción federal, en las que consta el caso del gasolinero, y a las cuales Grupo REFORMA tuvo acceso.
EL DESPOJO
En mayo de 2019, Martínez Armengol avisó a los miembros de "La Barredora" que ya no recibiría las p**as de huachicol en su gasolinera.
A los pocos días, cuando conducía su Audi gris, Martínez fue interceptado por dos camionetas. De una descendió Manuel de Atocha con un arma corta y le disparó a la altura del abdomen, pero sólo fue un rozón.
"Ya te cargó la v***a, hijo de tu p**a madre, ahorita me vas a dar todo lo que ganas conmigo", le gritó el abogado, con arma en mano.
En esa ocasión, tres hombres secuestraron a Martínez y lo trasladaron a Anacleto Carnaval, una ranchería de la capital tabasqueña, donde durante dos días lo golpearon. Sus plagiarios le robaron su reloj Rolex y una cadena de oro.
Allí le dijeron que, para liberarlo, primero tenían que llevarlo a él y su esposa ante Guillermo Narváez, Notario Público 28 de Centro, Tabasco, para que firmara la cesión del 70 por ciento de la gasolinera.
En la notaría, "el notario dijo que era mejor que firmara porque, si no, lo iban a matar".
"El documento que firmé fue un poder para que Manuel de Atocha Romero Hernández administrara el 40 por ciento de las acciones de la gasolinera, por lo que a partir de la firma del documento ya no pude regresar a la gasolinera, por lo que inició una defensa legal por la vía civil para revocar el poder que había conferido", dijo.
JUEZ Y PARTE
A fines de 2019, el empresario presentó una demanda civil para revocar el poder que le había conferido bajo coacción a Manuel de Atocha. Esa demanda la ganó y logró que en el 2021 se instruyera el lanzamiento, es decir, una orden judicial de desalojo con la fuerza pública.
El empresario, sin embargo, pronto se dio cuenta que nadie quería cumplir esa orden; incluso, durante un tiempo se presentó diariamente en la Secretaría de Gobierno, pero una y otra vez le respondieron que él tramite lo rechazaba la SSP estatal.
Por eso se decidió a acudir directamente con Hernán Bermúdez, cabeza de esa corporación, para pedirle que lo apoyara con el desalojo de las personas que lo habían despojado de su gasolinera. "El Abuelo" lo recibió.
Después de sostener esa conversación, el despacho jurídico Palavcini-Bermúdez Requena -del que era parte el líder de "La Barredora"- promovió un recurso legal (llamado tercería) para reclamar el derecho de propiedad de la gasolinera en favor de Manuel de Atocha, uno de los secuestradores del empresario.
"Hernán Bermúdez Requena actuaba como juez y parte, toda vez que a través de un despacho que era de él, Manuel de Atocha presentaba amparos por parte del despacho 'Palavicini y Bermúdez Requena'; el amparo era para que no me dieran el apoyo de la fuerza pública y Hernán Bermúdez Requena, como Secretario de Seguridad era la persona responsable de proporcionar la fuerza pública", declaró la víctima.
RED DE CORRUPCIÓN
En 2022, Bermúdez Requena citó al gasolinero en su oficina y le prometió su apoyo, pero al mismo tiempo le pidió que hablara y gestionara el trámite con Carlos Tomás Díaz Rodríguez "El Licenciado Tomasín", su brazo derecho.
"(Díaz) me dice que para que Hernán apoye le tengo que dar una parte de la gasolinera para sacar a Savier y Manuel, es decir, que le tengo que dar la mitad de la gasolinera y que si no, no le daría el apoyo que necesitaba", refiere.
Martínez creyó que había resuelto la devolución de la gasolinera, porque habló "a escondidas de Bermúdez" con el Magistrado que resolvió su demanda y con el entonces Gobernador Carlos Merino.
Cuando aparentemente ya había conseguido destrabar el trámite, en septiembre de 2023, "El Abuelo" lo buscó y le dijo abiertamente que la condición para entregarle su establecimiento era transferirle el 50 por ciento de la propiedad de la empresa.
"Hernán tomó un radio de comunicación y habló con Ulises Pinto Madera y le dijo: 'Ulises, ya lo de Ramón Martínez Armengol va porque va y amárrame al chaparro pendejo de Savier, para que no le haga nada a este pendejo'; por lo que finaliza diciéndome: 'Anda, vete, me vas a dar el 50 por ciento de tu gasolinera, yo te voy a dar todo el huachicol'", relató.
El día en que estaba programado el desalojo, de última hora se canceló "porque había neblina".
"Luego supe que fue porque la gente de Hernán Bermúdez Requena había ido a hablar con el presidente del tribunal, Enrique Priego, y le habían dado dinero para que no se llevara a cabo el desalojo", declaró el empresario.
"Por lo que hablé con Carlos Tomás Díaz Rodríguez "El Lic. Tomasín", con la finalidad de que le dijera a Hernán que le vendía la gasolinera porque ya sabía que nunca la iba a poder recuperar".
MODUS OPERANDI
De acuerdo con el testimonio de una víctima, bajo el mando de Hernán Bermúdez, capos de "La Barredora":
· Obligaban, bajo amenazas de muerte, a los gasolineros de Tabasco a comercializar el huachicol.
· Enviaban p**as con huachicol, escoltadas por camionetas blancas.
· Ofertaban el litro de huachicol en 15 pesos, cuando en 2018, la gasolina legal costaba 20 pesos.
· Exigían a los empresarios el envío de la mitad de la venta.
· Advertían a gasolineros que no debían preocuparse por la Policía, que encabezaba en el estado Bermúdez.
· Secuestraban y despojaban de su negocio a quien se resistía a la extorsión.