
08/07/2025
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El suelo no se ve, pero lo sostiene todo.
Es más que tierra: es origen, raíz, alimento, vida.
Cada árbol, cada cosecha, cada bocado… empieza allí, en silencio.
Entender, cuidar y conservar el suelo es más que una acción ecológica: es un acto de respeto y reverencia hacia todo lo que nace en este mundo.
No hay vida ni cacao sin suelo.
No hay chocolate sin tierra fértil, sin sombra, sin humedad, sin el trabajo silencioso de los microorganismos que hacen posible la vida.
Cada grano de cacao es una historia que empieza debajo de la superficie, en un suelo lleno de sabiduría, memoria y vida. Ese es el verdadero rezo y la verdadera ceremonia: silenciosa, constante, genuina…
Cuidar la tierra es también cuidar el placer, la memoria y el futuro.