07/08/2025
Sin embargo, a pesar de su prevalencia, el TLP sigue siendo relativamente desconocido para el público en general. Si preguntamos a cualquiera por la calle qué sabe sobre la ansiedad, la depresión o el alcoholismo, probablemente sea capaz de hacer una descripción esquemática, si no técnicamente precisa, de esas afecciones. Si le pedimos que defina lo que es el trastorno límite de la personalidad, posiblemente no sepa ni de qué le estamos hablando. La respuesta, en cambio, será muy distinta si le preguntamos por este trastorno a cualquier especialista en salud mental con un poco de experiencia. Primero lo oiremos suspirar profundamente, luego exclamará que, de todos sus pacientes psiquiátricos, aquellos con trastorno límite de la personalidad son los más difíciles, a los que más teme, a los que más conviene evitar; más que a los que sufren de esquizofrenia, alcoholismo o dependencia de sustancias; más que a cualquier otro paciente. Durante décadas, el TLP ha sido como una sombra acechante, el «tercer mundo», por así decirlo, de los trastornos mentales: impreciso, muy extendido y vagamente amenazante.
📕: Te odio, no me abandones.