
17/07/2025
ABUELAS PIEDRAS
Se dice que las piedras volcánicas son nuestras abuelas. Ellas han estado aquí desde el principio de los tiempos, testigos silenciosas de la evolución de la Tierra. Son guardianas de sabiduría antigua y portadoras de la memoria ancestral, pues emergen desde las profundidades del corazón de la Madre Tierra.
En el temazcal, algunas tradiciones nos enseñan a hablarles, a compartir con ellas nuestras cargas, dolores y peticiones. A través del fuego sagrado, estas abuelas se encienden y son colocadas en el centro del temazcal: el ombligo, el corazón del útero de piedra.
Pero no caminan solas en esta medicina. El fuego —el gran transformador— las despierta. El agua —la gran dadora de vida— las abraza y, al tocar su calor, se convierte en v***r. Es este v***r el que nos envuelve, nos limpia, nos hace fluir y eleva nuestros rezos al cielo.
Tierra es mi cuerpo,
Agua mi sangre,
Aire mi aliento,
Fuego mi espíritu.
Los cuatro elementos se hacen presentes en el temazcal, recordándonos nuestros cuatro cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual. Así, en este espacio sagrado, regresamos al origen, al calor del vientre de la Tierra, a la medicina de nuestras abuelas piedras.