04/11/2022
Ab**to espontaneo: La culpa injusta de la que pocas hablan
Solo el pronunciar la palabra “ab**to” hace que a muchas mujeres les invada inmediatamente el estigma de la culpabilidad, o el miedo por lo que otras personas piensen de ellas, sin embargo el llamado “ab**to espontáneo” no tiene culpables, nadie hizo algo mal, aunque el resultado será la muerte del embrión.
Info YA! abordó el tema de una óptica poco reflejada y es la del padecimiento de la mujer después de que esto sucede. “Casi nadie nos dice que aunque perdamos a nuestro hijo nuestro cuerpo va a seguir actuando como si el embarazo continuara” expresó Emilia, una mujer que meses atrás pasó por este dolor de perder un embarazo y pudo vivir en carne propia “falta de empatía, de acompañamiento y de información”.
“Emocionalmente no estoy nada bien, pase por etapas diferentes, todas malas, y si hoy estoy hablando es para ponerle voz a un tema tabú, pero que le duele a muchísimas mujeres, sin embargo parece que hablar de ello está mal” dijo a Info YA!
A Emilia mucho tiempo le dijeron que ella no podía quedarse embarazada, sin embargo un día asistió a un control y le dieron la inesperada noticia “estás embarazada” ella tenía fuertes dolores por lo que le hicieron una ecografía donde todo estaba bien, sin embargo días más tarde tuvo el ab**to espontáneo, empezando ahí una pesadilla interminable.
“Los dolores eran terribles, me descompensé en mi trabajo (Policía) y mis compañeros me llevaron a la guardia de urgencia donde me dijeron que estaba con amenaza de ab**to y me fuera a casa a terminar de expulsarlo” al recordar y contar esto, a Emilia le volvió a doler la frialdad con la que se tratan estos temas en los espacios de salud.
“En ese momento estaba shokeada, no lograba entender qué estaba pasando, qué había hecho mal, sin embargo enfrente tenía a una persona que me mandaba a casa, con indicaciones de una vida normal, mis preguntas eran ¿en qué había fallado?” describió.
“En ese momento estaba en el 2do piso del hospital Schestakow, no sabía siquiera por dónde bajar, o cómo irme a casa, me habían dejado ahí, sola con la noticia de que mi hijo eran coágulos que perdía, pero el entorno actuaba con normalidad, todo parecía un trámite” agradeció que al menos los compañeros de trabajo estaban esperándola.
Emilia dijo que creía que todo terminaba ahí, “nadie me dijo que esto me iba a desencadenar en una depresión post parto, o que mis pechos iban a eliminar el calostro, que mi cuerpo iba a estar igual que una persona que hubiese dado a luz” expresó con pesar, y poniéndose en el lugar de tantas otras con las que pudo luego encontrarse, en foros, por ejemplo.
A veces tanto Emilia como muchas otras mujertes se han sentido culpables “me preguntaba si era exagerado, lloraba, me imaginaba siendo mamá, conviví con los dolores en el útero que duraron meses, el volver a tener relaciones costó, el mundo lo ves de cabezas” subrayó.
Otra de las cosas con las que tienen que lidiar las mujeres que no tuvieron la gracia deseada de traer al mundo una vida es escuchar frases como “por lo menos sabes que podes quedar embarazada”, “podes seguir intentándolo”, “¿para qué querés embarazarte si no tenes pareja?”, “bueno, pero si estabas de poco tiempo” etc.
Ahora Emilia toma pastillas anticonceptivas pero “para no perderlo, osea que si tengo que tener un hijo debo planearlo prácticamente con mi médico al lado, y en el caso que me embarace al tercer mes deben hacerme una cirugía para cerrarme el útero”.
La mujer se animó a hablar con nuestro Medio para alentar a la empatía, al respeto, a ser cuidadosos a la hora de hablar con una mujer que perdió a su hijo. A pedirle a los médicos menos frialdad y más acompañamiento, a hablar de lo que duele, a generar espacios que erradiquen dudas y contengan.