22/05/2024
Hasta alrededor de los 50 años, los hombres presentan una incidencia de enfermedades cardiovasculares muy superior a la de las mujeres del mismo rango de edad. Sin embargo, como ha demostrado un estudio reciente presentado en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología, la salud cardiovascular de las mujeres declina de forma rápida tras la menopausia, hasta alcanzar en poco tiempo el mismo nivel de riesgo que el que presentan los hombres de edad y perfil de salud similares.
En el estudio, las investigadoras lideradas por Ella Ishaaya, médica internista del Harbor-UCLA Medical Center (Torrance, California), siguieron a casi 580 mujeres a las que realizaron dos escáneres cardíacos para conocer su puntuación CAC, una medida que registra la acumulación de placa (grasa, calcio y otras sustancias) en las arterias del corazón. A cada una de ellas, la emparentaron con un hombre de un perfil similar. Aquellas mujeres que en la primera prueba presentaban un valor de CAC de entre 1 y 99, vieron como este aumentaba en la segunda una media de ocho puntos, el doble que en el caso de los hombres. Las que empezaron con un valor de entre 100 y 399, duplicaron también el incremento del nivel de CAC respecto a los hombres: 31 puntos de media por 16.
“Es un artículo muy interesante porque, reforzando algo que ya sabíamos, añade una novedad: en vez de analizar la incidencia de accidentes cardiovasculares, centra su atención en un score de riesgo, el CAC, que nos permite comprobar el incremento del riesgo cardíaco en la mujer de manera mucho más precoz, antes de que aparezcan las complicaciones clínicas”, explica a EL PAÍS el Manuel Anguita, cardiólogo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Anguita, además, destaca otro punto fuerte de la investigación: todas las mujeres que participaron en el estudio estaban tomando estatinas, un fármaco de uso habitual para el control de los niveles de colesterol. Su consumo, sin embargo, no logró detener el incremento del riesgo cardiovascular. “Ese es un aspecto muy llamativo de este estudio y que, además, es una novedad, porque indica que ese aumento del riesgo que se produce después de la menopausia es tan intenso que no se contrarresta ni siquiera por estar tomando estatinas, al menos en dosis bajas como lo estaban haciendo las participantes en el estudio”, reflexiona.
¿Por qué se produce este incremento del riesgo cardiovascular en las mujeres? Tanto la investigadora principal del estudio como el portavoz de la SEC coinciden en señalar un factor hormonal: la caída de los niveles de estrógenos que experimentan las mujeres durante la menopausia. La hormona sexual femenina, según la evidencia científica, presenta un efecto protector ante el desarrollo de arterioesclerosis, ya que disminuye los niveles de colesterol malo e incrementa los de colesterol “bueno”. “Al tener un perfil lipídico de grasas más sano, las mujeres premenopáusicas tienen menos riesgo de sufrir arterioesclerosis coronaria. Una protección que, como se ve en este estudio, se pierde tras la menopausia”, señala Manuel Anguita.
Un reciente estudio ha encontrado que, en poco tiempo después de esta etapa de la vida, alcanzan el mismo nivel de riesgo de fallos en el corazón que los hombres de su edad