12/08/2025
En el autismo, se reconocen ocho sistemas sensoriales, no solo los cinco tradicionales.
Estos son: vista, oído, olfato, gusto, tacto, propiocepción, vestibular e interocepción. La integración sensorial, que es cómo el cerebro organiza y procesa la información de estos sentidos, puede ser atípica en personas Autistas, lo que puede afectar su interacción con el mundo.
A continuación, se describen los ocho sistemas sensoriales:
Vista (Visual): La capacidad de ver y procesar la información visual.
Oído (Auditivo): La capacidad de escuchar y procesar sonidos.
Olfato (Olfativo): La capacidad de oler y procesar olores.
Gusto (Gustativo): La capacidad de saborear y procesar sabores.
Tacto (Táctil): La capacidad de sentir a través del tacto, incluyendo la textura, la presión y la temperatura.
Propiocepción: El sentido del movimiento y la posición del cuerpo en el espacio, incluyendo la información de los músculos y las articulaciones.
Vestibular: El sentido del equilibrio y el movimiento, incluyendo la información de la cabeza y el cuerpo en relación con la gravedad.
Interocepción: El sentido de la información de los órganos internos, como la sensación de hambre, sed, dolor o ritmo cardíaco.
Las dificultades en el procesamiento sensorial pueden manifestarse de diversas maneras, como hipersensibilidad (ser demasiado sensible a ciertos estímulos) o hiposensibilidad (necesitar más estímulos para percibir algo). Estas diferencias pueden afectar la vida diaria de una persona autista y su interacción con el entorno.
La terapia de integración sensorial busca ayudar a las personas Autistas a regular y procesar mejor la información sensorial, lo que puede mejorar su capacidad para interactuar con el mundo y participar en actividades cotidianas.
Créditos de la imagen a quien correspondan.