13/07/2022
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¿Qué consecuencias tiene vivir sin s**o?
1. Debilita tu sistema inmunológico
Practicar s**o es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares que hay según numerosos estudios científicos. Los investigadores de la Universidad de Tufts (Massachusett) afirmaban que el s**o genera inmunoglobulina A (IgA), uno de los anticuerpos que nos previene de infecciones y resfriados. Pero hay más, practicar s**o dos veces por semana aumenta en un 30% los niveles de este anticuerpo.
2. Te vuelve más irascible
Si las hormonas que intervienen en el comportamiento sexual pierden actividad, dejan de segregar ciertas sustancias que afectan directamente al estado de ánimo y a la motivación. Pero mantener relaciones sexuales sin deseo o "por obligación" inducen tanto al mal humor como dormir poco. Por eso, la clave está en que tú y tu pareja deseéis practicarlo de manera unilateral.
3. Reduce la concentración
La toma de decisiones y la capacidad de memoria están relacionadas con la frecuencia de tus relaciones sexuales. Con el s**o se libera dopamina, un neurotransmisor gracias al cual mejora la atención y controlas los impulsos.
4. Favorece el estrés
Practicar s**o reduce la presión sanguínea y por tanto los niveles de estrés descienden cuando esto ocurre. La abstinencia sexual hace imprescindible la práctica de un ejercicio cardiovascular (running, baile, bici...). A menos s**o, más deporte.
5. Vuelve baja tu autoestima
La falta de relaciones hace que tu autoestima sea baja y esto no solo puede afectar a nivel pareja, también en tu manera de interactuar y sociabilizarte con los demás. El s**o no es la medicina para una enfermedad mental pero sí es un co-ayudante frente a la depresión y la ansiedad. Si reduces el estrés también bajan los niveles de cortisol, una hormona que incrementa los niveles de azúcar en la sangre y suprime la acción del sistema inmunitario.
El s**o lo cura todo, incluido el dolor de cabeza según los estudios. Sorpréndete de cuánto puede hacer por tu bienestar.
"Hoy no, me duele la cabeza". Esta excusa, ampliamente utilizada por ellos y por ellas a la hora esquivar una proposición sexual, podría servir de motivo para precisamente lo contrario. Y es que, ¿sabías que el s**o le puede proporcionar un montón de beneficios a tu salud? Entre ellos, acabar con una inoportuna cefalea. No son falsos mitos, como aquel que asegura que el s**o puede sustituir a una sesión de fitness. Son hechos científicos probados y que repercuten directa o indirectamente .
10 beneficios del s**o sobre la salud
1. Mejora el sistema inmunológico. Estudios de la Universidad Wilkes, en Pensilvania, descubrieron que las personas que practican el s**o a menudo tienen mejores defensas contra los gérmenesm, virus y otros intrusos innecesarios. Los estudiantes que mantenían relaciones una o dos veces a la semana tenían más altos ciertos niveles de anticuerpos que los que las mantenían más esporádicamente. Eso sí, no conviertas al s**o en un sustitutivo de las vacunas, la dieta sana y variada o la vida saludable sino en un complemento para vivir aún mejor.
2. Aumenta el control de tu vejiga. Cada vez que tienes relaciones entran en juego los músculos de tu suelo pélvico. Con el orgasmo se producen una serie de contracciones que los fortalecen y evitan que, llegado el momento, padezcas algo tan desagradable como la incontinencia urinaria.
3. Reduce la presion sanguínea. Se ha relacionado el s**o con una baja presión sanguínea, bajando concretamente la presión sistólica. Esto nos lleva al siguiente punto.
4. Puedes evitar un infarto. El s**o en pareja (que no la masturbación, que requiere mucho menos esfuerzo) aumenta la frecuencia cardíaca y reduce la presión sanguínea. Según un estudio publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health, mantener relaciones un par de veces o más a la semana reduce el riesgo de padecer un infarto a nada menos que la mitad.
5. Tiene efecto analgésico sobre el dolor. Existe una conexión entre el s**o y la gestión del dolor. Y es que el orgasmo produce la liberación de la oxitocina, una hormona que libera endorfinas, unos péptidos que funcionan como neurotransmisores de efecto opiáceo natural. Además, proporcionan sensación de bienestar. Y de nuevo nos lleva al siguiente punto:
6. Reduce el dolor de cabeza. Esta función 'opiácea' es especialmente útil en el caso de cefaleas, la excusa más burda utilizada para no tener s**o. Incluso hay estudios que demuestran que un encuentro sexual puede ser utilizado como 'tratamiento' específico contra migrañas y cefaleas. Si ya te han fallado todos los medicamentos, ¿has pensado en solucionar tu dolor de cabeza en la cama?
7. Facilita el sueño. El s**o es el mejor somnífero porque, además de proporcionarte un rato de lo más placentero, te puede ayudar a conciliar el sueño mejor que cualquier pastilla. La relajación inmediata y profunda que sigue al orgasmo (femenino y masculino) reduce la ansiedad y proporciona una inmediata sensación de relax, satisfacción y despreocupación que te lleva a dormir como un angelito.
8. Reduce el estrés. Puedes combinar el yoga, la meditación, hacer ejercicio, las infusiones y acariciar a tu gato con una sesión de s**o para relajarte siempre que lo necesites. Como reduce la presión sanguínea los niveles de estrés descienden también.
9. Mejora tu salud mental. El s**o no es el sustituto de un tratamiento para una enfermedad mental pero puede ayudarte a luchar contra una depresión, a reducir la ansiedad y, sobre todo, a ponerte de buen humor de inmediato. De hecho, el punto anterior tiene mucho que ver: al reducirse el estrés también bajan los niveles de cortisol, una hormona que incrementa los niveles de azúcar en la sangre y suprime la acción del sistema inmunitario.
10. Te proporciona una piel más bonita. El doctor Eric Braverman, fundador de. Path Medical Center de Nueva York, asegura que el s**o puede mejorar incluso el tono de la piel. Y es que cuando mantienes relaciones el cuerpo produce la hormona DHEA (dehydroepiandrosterona), la misma que mejora el sistema inmunológico y que también ayuda a tener una piel con una mejor complexión. Además, al bombear más sangre y mover el oxígeno durante el acto el efecto de 'buena cara' se nota al instante.