26/12/2018
Es por esto es que debemos acurrucar a nuestros bebés. Vienen de un ambiente cálido oscuro y salen a uno frío lleno de luz. No es cierto que se mal acostumbran a que los carguen, es una necesidad para ellos sentirse seguro. Este proceso va disminuyendo conforme crecen, pero NUNCA se anula. O sea, NUNCA dejes de abrazar y acurrucar a tu bebé. Recuerda que nosotros, aún de adultos, siempre nos hace bien un abrazo.