08/10/2021                                                                            
                                    
                                                                            
                                            𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐦𝐞 𝐚𝐦é 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝í 𝐪𝐮𝐞, 𝐞𝐧 𝐜𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 𝐜𝐢𝐫𝐜𝐮𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐲𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐭𝐨, 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐭𝐚, 𝐲 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐱𝐚𝐜𝐭𝐨, 𝐲 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬, 𝐩𝐮𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐣𝐚𝐫𝐦𝐞.
Hoy sé que eso tiene un nombre…
𝐀𝐮𝐭𝐨𝐞𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia, y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es…
𝐀𝐮𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a aceptar todo lo que acontece, y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama…
𝐌𝐚𝐝𝐮𝐫𝐞𝐳
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento, o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es…
𝐑𝐞𝐬𝐩𝐞𝐭𝐨
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas, situaciones y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama…
𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐩𝐢𝐨
Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es…
𝐒𝐢𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐒𝐞𝐧𝐜𝐢𝐥𝐥𝐞𝐳
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón, y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es…
𝐇𝐮𝐦𝐢𝐥𝐝𝐚𝐝
Cuando me amé de verdad, desistí de quedarme reviviendo el pasado, y preocupándome por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama…
𝐏𝐥𝐞𝐧𝐢𝐭𝐮𝐝
 
Cuando me amé de   verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es...
¡𝐒𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫!