04/02/2024
LA GASTRITIS por el Dr. Salvador Gutiérrez Rodríguez de Móndelo.
La Gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica, que puede ser de muy diferentes formas (agudas, crónicas, erosivas, atrófica, etc.), de muy diferentes etiologías (iatrogénica, infecciosa, autoinmune, etc.) y, además, producir muy diferentes síntomas, desde encontrar pacientes casi asintomáticos a otros muy molestos e incapacitados.
Las células epiteliales de la mucosa gástrica poseen una doble función:
- La secreción de los jugos gástricos, principalmente ácido clorhídrico (ClH) pero también otros, para la digestión de los alimentos.
- La secreción de unas mucinas, enzimas y bicarbonato, que se tendrán que encargar de proteger esta mucosa de un líquido tan ácido, con un pH entre 1 y 2, como representa el “jugo gástrico”.
La alteración de esta mucosa podrá deberse, por lo tanto, a cualquier toxina que altere y estimule la producción de este jugo gástrico ácido o bien, que altere la formación del moco protector, o bien, alterando la proporción entre ambos.
En el tratamiento de las Gastritis con el Par Biomagnético, lo primero que tendremos que hacer es buscar los pares responsables de la disfunción gástrica y anularlos. Generalmente se consigue en 1 a 3 sesiones. Revisaremos al paciente hasta que lo encontremos libre de pares biomagnéticos alterados.
Los Pares causantes de las toxinas causales podrán ser muy diversos, bacterianos o víricos, frecuentemente con el polo negativo en el estómago o próximo a él, pero otras veces podremos encontrar otras causas más alejadas como el Par Escapula (2) o el Par Supraespinoso (2). Por lo que volveremos a insistir en la necesidad del rastreo completo.
Una vez tratada la causa de la gastritis deberemos entender que esa mucosa necesitará un tiempo para regenerarse y recuperarse completamente, por lo que el paciente irá disminuyendo los síntomas gradualmente y mejorando poco a poco, aunque generalmente , de forma rápida y satisfactoria para ambos.
En Biología nada puede estar igual de un día para otro, las cosas estarán mejor o peor, pero no pueden estar igual. Deberemos preocuparnos por lo que va a peor, pero no por lo que va a mejor. La mejoría del paciente puede ser más lenta al principio.
Durante este periodo de recuperación de la mucosa gástrica del estómago, que suele ser de 1 a 3 meses, será conveniente ayudarla con algún protector del exceso de clorhídrico que existe en el estómago. Nos gusta especialmente para ello, lo que hacían nuestros padres y abuelos, tomar, a discreción, una cucharadita de bicarbonato o “sales de frutas” por la mañana y por la noche y en cualquier momento que tenga la más mínima sintomatología. Sabremos que el paciente irá a mejor porque cada vez tomará más espaciadamente el agua con bicarbonato.