24/06/2025
La maternidad es, sin duda, uno de los capítulos más transformadores en la vida de una mujer. Se nos ha enseñado a verla como un camino lleno de amor incondicional, alegría y realización plena. Y sí, es todo eso y mucho más. Pero, ¿qué pasa con la otra cara de la moneda? ¿Qué sucede con las complejidades emocionales que, a menudo, quedan en la sombra?
Es fundamental reconocer que la maternidad no solo trae consigo momentos de éxtasis, sino también un torbellino de emociones que pueden ir desde la inmensa felicidad hasta la ansiedad, la frustración, la culpa y, en ocasiones, una profunda sensación de soledad. Hablar de esto no es restar valor a la experiencia, sino validarla en su totalidad y desestigmatizar lo que muchas mujeres sienten en silencio.
El peso de la maternidad no solo radica en las responsabilidades diarias, sino también en el desafío de confrontar y transformar los patrones heredados de la propia infancia.
🌟Reconocer esta dinámica es el primer paso para construir una crianza más consciente, empática y liberadora para las madres y sus hijos.