27/03/2025
Los sueños no se hacen realidad pensándolos, ni mucho menos volviéndolos a pensar.
Necesitamos dar pasos de valentía que nos saquen del lugar donde estamos.
Uno de los impedimentos más grandes para emprender algo nuevo es nuestra mentalidad, lo que pensamos de nosotros mismos, si podremos o no lograrlo, si somos capaces o no, si tenemos lo necesario o no.
La comodidad aunque muchas veces es un lugar de “paz”, no nos transita al otro lado.
Piensa un momento en ese sueño que haz dejado en pausa, ¿Cuánto tiempo más lo vas a tener ahí? ¿Qué es lo que te detiene?
Ningún sueño puede trabajarse por sí mismo.
Esto vuelvo y me lo repito cada cierto tiempo, sobre todo cuando estoy en ese lugar de “paz”. Los resultados que hoy tengo son resultado de los pasos que di, pasos que me hicieron temblar por dentro, pequeños muy pequeños pasos, pero se sintieron muy grandes por dentro.
Si vale la pena trabajar en ti misma, valora cada talento que Dios ha puesto en tu corazón.
Da igual si estudiaste derecho y quieres ir ser chef, una carrera no define quien eres, puedes tomar ambos a la vez.
Cada sueño que tienes no está de casualidad, trabaja en ellos y te gustará aún más la vida que estás viviendo.
Hazlo aún con miedo 🤍